Stuani: "En Danubio me cantaban ¡matador, matador!"

—Nací en una ciudad muy pequeña de Uruguay que se llama Tala, donde me crié; mi familia, mis padres y mis hermanas, viven allí. El apodo surgió cuando comencé en la Primera División con Danubio en Montevideo. Los goles vinieron rápido y desde la grada me empezaron a cantar durante los partidos ´matador, matador´. Luego agregaron lo de Tala por mi lugar de nacimiento.

—¿Hay raíces de futbolistas en la familia Stuani?

—No. Soy el único que ha hecho carrera en el fútbol.

—¿Le dejaron vía libre para afrontar su sueño de ser profesional del balón o surgieron esas típicas dudas cuando uno elige ese camino?

—Siempre me han apoyado en lo que deseara hacer, me han ayudado muchísimo... He contado con ellos en todo momento para afrontar mi carrera como futbolista. Vivía un poco lejos de Montevideo y tenía que ir todos los días a entrenar. Tenía que ir desde los trece años a la capital y no me gustaba quedarme allí a vivir. Pero nunca me han dejado de lado, permanecen en los buenos y malos momentos junto a mí. Ahora tengo la mía, mi propia familia, tengo a mi mujer y a mi hija, que son su gran apoyo en todos los momentos.

—¿Ya están en Valencia?

—Llegan el próximo lunes (por hoy). Ya los tengo pronto aquí.

—Es curiosa la historia de cómo conoció a su esposa Ximena.

—Me pareció curioso el juego de palabras que armaron en SUPER con ´lo de jaque mate matador´. Es verdad que nos conocimos en una discoteca de Tala que se llamaba Jaque Mate. Ahí empezó la relación. Van a hacer siete años que estamos juntos y estamos muy felices.

—Y la del libro ´la culpa es de la vaca´.

—Es un libro de muchas reflexiones que todos los años lo leo varias veces, me gusta y me ayuda mucho a encarar la vida, a valorar las cosas más. Es un libro que siempre lo tengo en cuenta.

—Se le ve un tipo calmado, introvertido, que tiene claro que en el campo es donde se tiene que desmelenar.

—Soy tranquilo, familiar, me cuido mucho, me gusta estar el mayor tiempo posible con mis seres queridos y compartir y disfrutar los buenos momentos. Soy feliz así, siempre junto a mi hija y mi mujer. Me gusta pasear, conocer muchos sitios y Valencia me parece que es un sitio ideal para eso. Esta es una ciudad hermosa y espero tener tiempo para descubrir todos sus encantos.

—¿Tiene una celebración especial preparada para su primer gol con la camiseta del Levante?

—Lo dejo como sorpresa. Primero tengo marcar y luego veremos cómo lo festejo. Me gusta que sea algo natural. Las sensaciones que se tienen en el momento del gol son únicas y seguro que será una reacción espontánea.

—En su hoja de presentación aparecen muchos goles, por partida triple, e incluso sabe lo que es marcar cuatro tantos en un partido.

—Ya me lo han dicho varias veces. En el Albacete tuve la posibilidad de marcar tres goles en un partido en dos ocasiones, en Danubio también en un par de veces y cuatro en una ocasión. Son días que se dan, se deben juntar muchas circunstancias, eso sí. Lo primero que pretendo aquí es integrarme lo más rápido posible al grupo, aportar mis mejores cualidades progresivamente y seguramente con mucho trabajo y humildad llegarán los goles. Ojalá sean muchos y me da igual cómo vengan, si de uno a uno, de dos en dos…, pero que siempre sirvan para que el equipo gane muchos partidos.

—¿No le genera presión que le recuerden sus cifras goleadoras?

—Todos los jugadores profesionales debemos estar preparados para eso, quizás un poco más los delanteros porque son los principales responsables del gol. Uno siempre quiere dar lo mejor cuando va a un club. Lo tengo claro. Estoy en el Levante para rendir al máximo. Valoro mucho que el club haya apostado por mí.

—¿Conoce a Óscar Trejo, que en breve puede ser su compañero en el ataque del equipo?

—No he coincidido con él. No lo conozco. En caso de que venga será bienvenido. Lo más importante es que todos sumemos para que el equipo alcance sus objetivos.

­—¿Le han recordado que el último uruguayo que sonó para el Levante es un tal Diego Forlán?

—Sí, me lo han dicho. Es un grandísimo jugador, un referente para todos los uruguayos.

—Ya ha conseguido su sueño de estar en Primera División, y ahora Orriols podría ser un trampolín para crecer. Su ex entrenador David Vidal lo ve en un futuro en el Valencia. ¿Qué le parece?

—Estoy en el Levante. Estoy cedido por la Reggina, pero existe una opción de quedarme un tiempo más —por 3,5 millones—. Luego depende como se dan las cosas uno va mejorando o no, pero eso es cuestión de tiempo. Estoy muy feliz aquí. Es un honor jugar en Levante y mi ilusión es devolverles la confianza con muchas alegrías.