Guardiola no se fía del Espanyol: «Tiene un equipo joven, muy dinámico e intenso y su campo históricamente ha sido muy complicado para nosotros. Lo era Sarrià, lo fue Montjuïc y lo es Cornellà, un de los desplazamientos, junto con el del campo de Osasuna, que siempre marcas como difíciles como difíciles cuando miras el calendario».

Tras el receso navideño y el aperitivo de la Copa del Rey, Barcelona y Espanyol retoman el pulso a la competición liguera con un derbi de alto voltaje marcado por el 1-5 logrado por los azulgranas la temporada pasada. La afición blanquiazul no olvida la exhibición del Barça en su última visita en Cornellà-El Prat y prepara un ambiente hostil para el eterno rival, esperando que su equipo tome cumplida venganza y se lleve los tres puntos en un derbi como local. Algo que no sucede desde la temporada 2006-07, cuando la escuadra perica venció en Montjuïc por 3-1.

El regreso de Iniesta en la medular y el de Alexis Sánchez acompañando a Messi y Cesc en la punta de ataque podrían ser las otras novedades en el once. El Espanyol, como siempre, espera a su gran rival que tremenda motivación, consciente de que debe rendir al máximo.