La selección española Sub-21 estará en la final del Europeo de la categoría que se disputa en Italia. España se verá las caras con Alemania en la reedición de la final de 2017 que perdió la generación de José Luis Gayà. Los de De La Fuente arrollaron a Francia en un nuevo recital de fútbol y goles esta vez con la firma de Marc Roca, Oyarzabal, Dani Olmo y Borja Mayoral. La Rojita tiene en sus manos el billete para los Juegos Olímpicos de Tokio y va de exhibición en exhibición en busca de su quinta corona.

No importó que el partido se pusiera cuesta arriba a las primeras de cambio. El VAR no tuvo ojos para detectar unas manos claras dentro del área de Ballo Touré, pero sí vio con claridad un dudoso penalti por derribo de Junior a Reine-Adelaide. Mateta marcó el primero desde los once metros y en medio del 'shock' pudo firmar el segundo en un mano a mano frustrado por el exvalencianista Sivera de forma milagrosa. Era el 2-0. Por suerte, la selección supo responder al gol francés y a las polémicas decisiones arbitrales. Lejos de perder los nervios ante tanto contratiempo España se recompuso siempre fiel a su estilo y comenzó a demostrar su superioridad a base del fútbol de toque que le ha hecho grande en este campeonato. Ceballos y Fabián crecían en el centro del campo y esa era la mejor noticia para la Roja. Bernardoni sacó una mano imposible cuando Fornals ya cantaba el gol. Minutos después Marc Roca hacía justicia con un doble remate a la salida de un córner. El partido volvía a empezar. España se impuso por dentro con precisión en la circulación rápida de balón y desbordó por fuera con un Junior que encontraba una autopista por banda izquierda. Unai Nuñez también la tuvo de forma acrobática a la salida de un córner. El partido había vuelto a la normalidad y ahí España era infinitamente mejor. El premio llegó al filo del descanso. Konate trabó por detrás a Oyarzabal dentro del área y la joya de la Real Sociedad. Es igual de bueno en las tres posiciones de arriba.

España no sabe especular y lo demostró en el arranque de la segunda parte con una puesta en escena ambiciosa. De selección campeona. Los de De la Fuente salieron del vestuario en busca del tercero y solo tardaron tres minutos en encontrarlo en un contragolpe perfecto. Dani Olmo marcó a placer, pero lo mejor llegó antes con un pase al espacio escándaloso de Oyarzabal y una asistencia de gol todavía mejor de Fabián. Llegó, vio a Olmo por el retrovisor y le sirvió el balón en bandeja con una calidad brutal digan de 'MVP' del torneo. Se lo está mereciendo. El Nápoles se frota las manos. Qué jugador. Bernardoni evitó el cuarto de Fornals. España estaba desbocada. Atacaba bien y defendía mejor. De la Fuente tuvo tiempo hasta para reservar al 'tocado' Oyarzabal con la entrada de Mayoral. El 'granota' no faltó a su cita con el gol y, como contra Polonia, volvió a mojar. También tuvo descanso Ceballos. Su puesto lo ocupó un Carlos Soler que no tenía minutos desde el segundo partido contra Bélgica. El valencianista salió con ganas de reivindicarse partiendo desde la derecha y estuvo a punto de marcar dos veces con un disparo lejano y una vaselina, como aquella al Celta de Vigo, que sacó un defensa francés en la línea de gol. Ya daba igual. El partido estaba ganado y la final, más que servida. España-Alemania