Santi Cazorla, el mejor jugador amarillo estadísiticamente en el Nou Camp —su rating global fue de 8 sobre 10—, acabó la cita ante el Barça pero, más allá de eso, siendo el jugador que más veces remató entre palos (2), el que más balones al área colgó (4), el que más asistencias de remate dio (5)... y todo ello incluso recuperando cinco balones. La duda estriba ahora en saber si el hecho de que Cazorla sea el mejor del Villarreal debe ser un motivo de alegría por su buen nivel o de preocupación porque el del resto es bajo. Sea como fuere, mientras le duró el combustible al asturiano en Can Barça el equipo creyó, pero sin él se diluyó.

Sus dos disparos entre palos fueron el gol con un zurdazo que cogió un efecto endiablado que hizo que Ter Stegen se lo tragase y otro más en el inicio de la segunda parte que puso también en apuros al alemán y que estuvo a punto de suponer el 2-2, algo que hizo que la parroquia blaugrana —otra más— le despdiese con una sonora ovación cuando fue sustituido en la segunda parte.

Se da la circunstancia de que además ante el FC Barcelona cumplió 300 encuentros oficiales como futbolista del FC BarcelonaVillarreal CF (222 en Primera División, 46 en Europa League, 10 en Liga de Campeones, 15 en Copa del Rey y 7 en Intertoto), habiendo convertido 45 goles —incluyendo el último— y 48 asistencias. Asimismo, como publica el club en su web, tras su diana ante el equipo culé ha igualado a Juan Román Riquelme en la quinta posición de goleadores históricos del club. El '8' groguet es el quinto jugador en la historia del club que alcanza la cifra de 300 partidos, tras Bruno Soriano, Marcos Senna, Mario Gaspar y Rubén Gracia Cani.