El Villarreal inmerso en plena crisis de resultados, vive una situación que se empieza a asemejar a la de la temporada pasada sin llegar a ser tan extrema. En el pasado ejercicio 18/19 se comunicaba la destitución de Javi Callejacomo entrenador con el equipo decimoséptimo en la clasificación y tras perder contra el Celta. La mala cara en LaLiga fue el motivo principal de la destitución ya que el equipo se encontraba a tres puntos de la zona de descenso y sólo había ganado 3 partidos de los 15 disputados en la competición doméstica. Ahora mismo está a cinco puntos del descenso y ha ganado cinco partidos, si bien es cierto que no tiene el desgaste de la Europa League, una circunstancia que le puede favorecer esta campaña.

El equipo que dirige Calleja, tras un buen inicio de competición que le llevó a coquetear con la zona europea, ha encadenado ahora cinco partidos en los que únicamente ha sido capaz de sumar un punto de 15 posibles. Las derrotas frente a Eibar, Mallorca, Celta y Valencia han hecho añicos la sensación de seguridad que se había recobrado y lo que es más preocupante es que la mala racha precede a cinco partidos, los que vienen ahora, de máxima dificultad. Exceptuando el partido de Copa del Rey, los próximos cinco compromisos son ante el Atlético de Madrid en La Cerámica, contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán, de nuevo en casa ante el correoso Getafe, después visita el Reale Arena para medirse a la revelación de LaLiga y cerrará el ciclo recibiendo a un Espanyol que necesita los puntos como el aire para respirar.