Junio de 2018 quedará grabado a fuego en la carrera de Julen Lopetegui. El técnico, al mando de la selección española, era anunciado el 12 de ese mismo mes por el Real Madrid como el nuevo jefe para el banquillo blanco una vez terminara el Mundial. En la concentración llegó el caos. Rubiales llegó de urgencia a Moscú tras recibir la llamada de Florentino Pérez justo antes del comunicado oficial y allí, justo un día después, se reunió con el entrenador vasco. El presidente de la RFEF, en el primero de sus habituales y grandes líos desde que llegó al cargo de la Federación, apareció horas después para anunciar públicamente, a falta de dos días para medirse a Portugal, que despedía al seleccionador, que voló a España para ser presentado justo al día siguiente en el Santiago Bernabéu como técnico del Madrid. El idilio, que empezó con problemas, duró menos de lo esperado. Del "sueño" que reconocía haber cumplido a la pesadilla antes de Halloween -fue despedido el 29 de octubre- pasaron solo unos meses. Ahora, año y medio después, Lopetegui vuelve a reencontrarse con su exequipo, al que además hará el pasillo por ser el campeón de la Supercopa.

En la jornada de este sábado, el técnico se sentará de nuevo de esta manera en el banquillo del Santiago Bernabéu, aunque en el del equipo visitante. Con el Sevilla ha logrado una primera vuelta de buen nivel a pesar de los muchos problemas que ha tenido, sobre todo en la delantera, donde ha tenido que reforzarse en este mercado invernal. En-Nesyri será el encargado de olvidar la falta de gol de Chicharitoeste último con apenas oportunidades y ya en el Hoffenheim. De esa necesidad de anotar goles cuanto antes parte el Sevilla en una segunda vuelta que empieza como cuarto clasificado y con cuatro puntos de ventaja sobre el Valencia y la Real Sociedad. De hecho, el cuadro hispalense es de los 13 primeros equipos de LaLiga, el tercero con menor número de goles.

Por su parte, el Madrid llega eufórico tras ganar la Supercopa de España diseñada por Rubiales, que se cruza, en cierta manera, con Lopetegui de nuevo. Eso sí, el conjunto blanco, más allá del buen momento que vive, llega con bajas importantes como las de Bale, Hazard, Fede Valverde (uno de los mejores del Madrid este curso) y Sergio Ramos. Además, el Santiago Bernabéu es consciente de que los tres puntos meterían más presión a un Barcelona que el domingo inicia la era Setién tras el despido de Ernesto Valverde, sobre el que habló precisamente ayer Zidane. «Lo único que digo es que lo siento por él. Ha demostrado que es muy buen entrenador», señaló el entrenador del cuadro blanco.