Bale se ha cansado de los rumores sobre su futuro y ha lanzado un dardo al Real Madrid. El centrocampista ha roto su silencio y ha valorado su situación presente/futuro en el equipo.

«Intenté irme el año pasado y lo pararon, era un proyecto que me ilusionaba», ha explicado. «Quiero jugar, tengo 31 años pero todavía estoy en forma y tengo mucho que dar», ha añadido posteriormente haciendo mención al momento de forma que vive.

Es evidente que el galés es un problema para Zidane, que no cuenta con él como demostró en el tramo final del pasado curso. Por último, en referencia a su contrato (que expira en 2022) ha indicado que «mi futuro está en sus manos (dirección deportiva del club), pero están poniendo las cosas muy difíciles».

Ahora queda ver cuál es el siguiente movimiento del Real Madrid, que podría buscarle una salida este verano. En una situación parecida está James, que apunta al Everton.