Lopetegui y Zidane, cada uno a su manera, afrontan este fin de semana una ‘final’ por su credibilidad. Ambos técnicos han sido fundamentales en el crecimiento y en la consolidación de los proyectos deportivos del Sevilla y del Madrid respectivamente en los últimos meses y ahora, tras una dolorosa derrota en la Champions League que se ha unido a un regular inicio de temporada en LaLiga están ‘señalados’. Especialmente preocupante es el caso del francés, que tras caer por segunda vez ante el Shakhtar (2-0) ve peligrar su clasificación para los octavos de final de la máxima competición continental.

La quinta jornada de la Champions dejó tocados a ambos conjuntos españoles. El Sevilla ya ha certificado su clasificación, pero se jugaba ante el Chelsea el primer puesto del grupo. Ahora que parecía que Nervión disfrutaba de la primera etapa de regularidad del equipo en LaLiga -tres victorias consecutivas como aval-, los ingleses golearon con solvencia ante un desdibujado cuadro andaluz (0-4).

Mal los hombres de Lopetegui, que sorprendentemente rotó y vio como ‘la unidad b’ no estaba a la altura de la ocasión. A nivel defensivo no se salvó nadie, pero especialmente desacertado estuvo Sergi Gómez, autor de un penalti y señalado en otro de los 4 goles que anotó Giroud.

Mientras, en Kiev se jugaba la vida el Real Madrid. En este caso, ganar garantizaba a los blancos el billete a octavos, pero lejos de sumar los tres puntos el ridículo fue mayúsculo. Solo por méritos ajenos, gracias al triunfo del Inter ante el Gladbach, todavía dependen de su resultado en la última jornada, contra los alemanes. El Shakhtar le sacó los colores a los merengues, sin personalidad, sin empuje y sin profundidad en ataque.

Las rotaciones, un problema

La situación en la tabla clasificatoria de LaLiga tampoco es para tirar cohetes en ninguno de los dos casos. El Real Madrid visitará el campo del Sevilla como cuarto clasificado, con 17 puntos, uno más que el Sevilla que tiene 16 (quinto) con un partido menos. Los blancos ya se han dejado puntos en cinco partidos, con dos empates (Villarreal y Real Sociedad) y tres derrotas, (Cádiz, Valencia y Alavés). Mientras, los andaluces suman un empate (Barcelona) y el mismo número de derrotas (Athletic, Eibar y Granada).

Lopetegui y Zidane no dan con la tecla y parte de la culpa la tienen las rotaciones. En el Sevilla, jugadores como Gudelj u Óscar Rodríguez no despejan las dudas generadas, Sergi Gómez no mantiene el nivel de Koundé y Escudero no es un recambio de la entidad de Jesús Navas. Suso e Idrissi entran a cuentagotas y el equipo acusa la falta de gol de Luuk de Jong, Munir y Ocampos (5 dianas entre los tres). Solo En-Nesyri parece tirar del carro a nivel goleador. Mientras, Zidane se empeña en usar a Marcelo, Lucas Vázquez como falso lateral (sin Carvajal y Odriozola) es un parche, Isco está desconectado y Jovic o Mariano no marcan los goles que le faltan a Benzema. Por no hablar del rendimiento de Hazard...