Hace apenas un año, las palabras Kings League no significaban nada. El concepto de la competición de fútbol 7 con reglas propias era tan sólo una idea en la cabeza de Gerard Piqué, que junto a su mano derecha, Oriol Querol, comenzaba a sondear a los creadores de contenido sobre la posibilidad de desarrollar este invento. 365 días después, la Kings League (y su homóloga femenina, la Queens) arrasa en redes sociales, cuenta con decenas de marcas en su lista de patrocinadores y congrega a miles de personas en un estadio de Madrid. Pero ante su prueba más complicada, fidelizar al público más allá del interés por la novedad, se queda lejos del techo que marcó hace unos meses.

El 26 de marzo, el final de la primera temporada registró una media de 783.598 espectadores en su canal de Twitch, con un minuto de oro de 1.098.636, según los datos recopilados por la página de estadísticas TwitchTracker. Lo hizo desde un Camp Nou entregado que rozó el lleno con más de 92.500 entradas vendidas y con miles de aficionados alentando la llegada de los jugadores al campo. El objetivo de revolucionar el fútbol parecía más cercano que nunca.

Desde entonces, la liga no ha dejado de crecer en todos los sentidos. Celebró un mercado de traspasos, creó la Queens League, amplió las plantillas, estandarizó sus reglas, implantó un comité arbitral. Los equipos venden camisetas, bufandas o fundas de móvil y cuentan con patrocinadores propios para profesionalizar su 'staff' y tener varias personas en nómina. Medios especializados siguen la actualidad de la competición y las 'apps' deportivas muestran los horarios y resultados. Todo un ecosistema rodea a lo que ocurre en el campo.

Si quieres consumir Kings o Queens League, no será por falta de oferta. En julio, la cuenta oficial ha transmitido en directo uno de cada dos días. Sin contar todo el contenido que genera cada presidente o incluso algunos jugadores, que ya cuentan con miles de seguidores en sus redes sociales. Con este despliegue llegaban las finales al estadio Cívitas Metropolitano para convertirse en "el gran evento del año", en palabras de su CEO, Oriol Querol.

Con colas en el exterior y miles de asientos vacíos, las ocho horas de la 'Kings & Queens Finals' comenzaron con los presidentes de los equipos entrando al campo en una tanqueta. Como ya es tradición, las primeras palabras de Gerard Piqué fueron recibidas con abucheos. "Que silben, que silben", respondía. Para hacer tiempo hasta la primera semifinal, el menú es variado: un espectáculo de motos acrobáticas, una actuación de Omar Montes y otra de Carmina (jugadora de la Queens League), una exhibición de batallas de gallos y una tanda de penaltis de los presidentes con Iker Casillas bajo los palos. Todo esto en poco más de una hora. 

Abre la jornada una repetición de la final de la primera temporada: Aniquiladores, el equipo del 'streamer' colombiano JuansGuarnizo, contra El Barrio, del 'tiktoker' Adri Contreras y vigente campeón. Un partido de hora de la siesta, muy alejado del correcalles y los resultados abultados que se suelen ver en la Kings League. Para el narrador, era un enfrentamiento "muy táctico". Tanto que Aniquiladores se adelantó ya al final de la segunda parte, pero la igualdad volvió al marcador cuando Adri marcó su 'penalti presidente' y Juan falló el suyo. En los 'shootouts', el uno contra uno que sustituye a los penaltis, El Barrio se clasificó para la final.

La segunda semifinal comenzó a despertar al público del campo y aumentó los espectadores en las redes: había llegado el favorito, los Porcinos FC de Ibai Llanos que se clasificaron como líderes a esta final a cuatro. Al otro lado, xBuyer Team, de los hermanos Javier y Eric Ruiz, un equipo con desparpajo y sin miedo al ataque. Quizás porque se parece a sus presidentes, que cumplen con creces el papel de ser los "macarras" de la liga. El cero a cero en el marcador duró hasta los penaltis que habían comprado los equipos (un comodín, no confundir con el 'penalti presidente'). Dos goles en los dos minutos finales de la primera parte, en los que un dado decidió que solo quedase un jugador de cada equipo, dejaron un 3 - 3 al descanso mientras Ibai y los hermanos Ruiz discutían a través de la megafonía del campo y hacían gestos a la grada. En la segunda parte, el marcador no se movió ni en los minutos que xBuyer tuvo un jugador menos ni en los minutos de gol doble, pero Ibai y Eric convirtieron sus respectivos penaltis y el empate se rompió a favor de xBuyer en unos 'shootouts' protagonizados por los porteros.

Con una escaleta muy medida, para no repetir el cierre apresurado de 'La Velada del Año 3' en el mismo lugar hace cuatro semanas, no habían terminado de celebrar la clasificación a la final de la Kings y la organización había cambiado los patrocinios en el campo y los colores de los leds para dar comienzo a las semifinales de la Queens League. Una ocasión que el público aprovechó para salir en masa hacia los baños y las barras del estadio. No se movieron de su sitio los responsables del xBuyer Team, porque su equipo femenino saltaba al terreno de juego para enfrentarse a Las Troncas, presididas por VioletaG y Perxitaa, encargado de tirar el penalti que solicitaron cuando acababa de empezar el partido. Falló el primer intento, pero la revisión del VAR le dio otra oportunidad que no desaprovechó y su equipo amplió la distancia con un gol de vaselina. El penalti de Eric Ruiz, un gol en el 3 vs. 3 del dado y otro por la escuadra desde fuera del área permitieron a xBuyer remontar el partido, pero Las Troncas empataron y se fueron en tablas al periodo de gol doble, cuando pusieron el 3 - 5 en el marcador que las clasificaba para la final.

Llegaba la segunda oportunidad para Ibai, que también había clasificado directamente a su equipo femenino, Porcinas FC. Su rival, el Pío FC Femenil de la 'streamer' mexicana Samy Rivers, es sin lugar a dudas el equipo de la Queens League que más apoyo tiene en redes sociales, pero en el estadio ganaban por goleada las camisetas rosas. Aunque la gran mayoría del público no llevaba 'merchandising' de los equipos, entre quienes sí lo hacían había una gran distancia entre Porcinos y el resto. No tardó mucho Gemita, presidenta de Porcinas, en saltar al campo y poner el 1 - 0 en el marcador con su penalti. Todavía no había vuelto a la cabina de retransmisión cuando Pío empató y la igualdad se mantuvo hasta el descanso, a pesar del uno contra uno que salió del dado. En la segunda parte, Porcinas se adelantó de córner en los primeros minutos y Rivers no encontró el fondo de la red en su penalti, precedido por una sonora pitada. Pero si en las semis masculinas todo se decidió en los 'shootouts', en las femeninas fue el gol doble quien decantó la balanza: con cinco minutos de añadido por una revisión del VAR que se alargó, un gol en el último segundo clasificó a la final a Pío. 

Doble castigo para Ibai, que llegaba como favorito al Cívitas Metropolitano y no consiguió llegar a la final con ninguno de los dos equipos. "El sábado ha sido demasiado duro con nosotros", aseguraba en un mensaje a sus seguidores en Instagram. Con las dos finales ya decididas, tocaba hacer tiempo de nuevo. Hablaron los presidentes, entre los que destacó la intervención de Gerard Romero, el primero que puso en palabras la sensación de que estas finales a cuatro no habían conectado con el público como la celebrada a finales de marzo. "Estáis muy flojitos respecto al Camp Nou a nivel de ambientación, mucho silbido pero poco grito", criticó. Cuando empezaba a caer la noche llegó el turno para los platos fuertes en el apartado musical: Nicki Nicole, acompañada por Young Miko y Milo J, y Manuel Turizo, que inició su actuación con 'Copa Vacía' (su canción junto a Shakira) y llevó al escenario a Sebastián Yatra

Pero llegó la hora de la final. Con los focos encendidos y el mayor número de público en las gradas de todo el evento, xBuyer Team y El Barrio saltaron al terreno de juego. Por si el cañón con el que se lanzaba el balón para dar inicio a cada parte no era suficiente, en este caso fue un funambulista, Nathan Paulin, el encargado de recorrer una cuerda en las alturas y dejar caer el esférico para que comenzase el partido. Se cumplió el guión en los primeros minutos, con xBuyer atacando sin miedo y El Barrio protegiendo bien su portería, una de sus características durante toda la temporada. Aunque fue el equipo de Adri Contreras el primero en adelantarse con un tiro desde fuera del área, los de los hermanos Ruiz no tardaron mucho en igualar de la misma manera y se fueron por delante al descanso con un gol en el 3 vs 3 del dado. 

La segunda parte comenzó con los penaltis de los presidentes, que permitieron a xBuyer Team distanciarse aún más en el marcador. Dos buenas jugadas de equipo añadieron cifras a la cuenta, pero la diferencia de dos goles no se recortó hasta un error de los de amarillo que los vigentes campeones aprovecharon. El partido se llegaba a la fase del gol doble con este 3 - 4, pero el entrenador de El Barrio activó su carta de 'arma secreta', un penalti con el que colocaron el empate que llevaría la final a los 'shootouts'. Tres partidos de Kings, tres tandas decisivas. En esta, marcada por los fallos y las paradas de los porteros, el xBuyer Team ganó en la muerte súbita. Éxtasis del equipo sobre el terreno de juego tras una final que resumió en 40 minutos las claves de la liga: ritmo muy alto, muchos goles, cartas sorpresa que otorgan ventajas, participación de los presidentes...

Fue el momento álgido de la noche, tanto en el nivel de juego como en implicación de los aficionados en el campo y de audiencia en la retransmisión. Si en el anterior cambio a la Queens el público había aprovechado para levantarse de sus asientos, en este caso lo hicieron de manera definitiva. Miles de personas abandonaron el estadio y dieron por concluida la noche, como también hicieron cientos de miles de espectadores en el canal de Twitch.

Con las jugadoras de Troncas y Pío sobre el césped, podía empezar la final de la primera temporada de la competición femenina. En este caso no había que esperar al funambulista, el cañón volvía a hacer acto de presencia. No tardó mucho en adelantarse Pío, tras un rechace en el larguero.