Fútbol

Luis de la Fuente potencia con más libertad que Luis Enrique a los jugadores que vio crecer

El seleccionador español tiene un modelo reconocido por sus jugadores, a partir del cual lucen individualidades como Rodri o Lamine

Los internacionales, que han estado a las órdenes del riojano en las categorías inferiores, lo sienten más cercano que al riojano

Luis de la Fuente durante el España - Chipre

Luis de la Fuente durante el España - Chipre / EFE

Denís Iglesias

Luis de la Fuente ha intentado construir una burbuja desde que asumió el banquillo de la selección, una silla eléctrica que en su caso ha estado cargada de voltaje desde el inicio. Desde la misiva de Sergio Ramos (un nombre que ha vuelto al debate) hasta el caso Rubiales, pero con una Nations League de por medio y la consolidación de una idea futbolística. Sobre todo en esta última ventana internacional, que se ha saldado con goleadas a Georgia (1-7) y Chipre (6-0).

Por fin, después del triunfo frente a Granada, De la Fuente habló solo de fútbol en una rueda de prensa. "Uno desea realizar este tipo de partidos. Estoy muy contento por la actitud. Parecen encuentros fáciles, pero no lo son. Tenemos motivos para estar felices. Siempre hemos sido optimistas. Se han cumplido todos nuestros objetivos. Nuestro reto es seguir creciendo", reconocía el riojano después de la goleada a Chipre, que apartó, por un momento, el caso Rubiales.

El triunfo del fútbol frente al ruido le ha permitido afinar una pizarra que se rompió contra Escocia, la excepcionalidad de esta fase de clasificación, y se recompuso en la Nations League. En una entrevista con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, Mikel Merino, uno de los jugadores importantes en esta nueva era de la selección, destacaba la gestión de De la Fuente y su capacidad para explicar los conceptos tácticos de un modo claro y efectivo

Clasificación Eurocopa 2024 | España - Chipre, en imágenes

Clasificación Eurocopa 2024 | España - Chipre, en imágenes / EFE

Posesión vertical para ocupar campo contrario

"Es muy difícil conseguir goleadas de este calibre, porque los equipos defienden bien. Pero los futbolistas son los protagonistas, gracias a su capacidad para mantener la atención como lo están haciendo. No pensaba en goleadas tan abultadas", reflexionaba De la Fuente, quien como si continuase en etapa formativa colectiviza el éxito.

En ese contexto, las comparativas con el equipo nacional que entrenaba Luis Enrique son inevitables. Por lo visto hasta la fecha, sin un gran torneo de por medio, la voluntad del riojano es hacer un equipo muy vertical, con posesión, pero voluntad de llegar siempre a capo contrario. Los duelos ante Georgia y Chipre, dos rivales inferiores, son una gran carta de presentación.

Además, De la Fuente tiene múltiples líneas argumentales a las que recurrir. Del primer partido, temas como la puesta en valor de Fabián o la continua extracción de talento de Dani Olmo; del segundo, la rotación exitosa para el mantenimiento del pulso goleador con Joselu y Ferran, el fenomenal estado de forma de Carvajal o el estreno con anotación de Álex Baena.

Transversal a los dos partidos es el caso de éxito de Lamine Yamal, un portentoso ejemplo de lo que ya es el presente de España. "Este tipo de futbolistas que tienen un toque de genialidad son diferentes. Pero hay que ser prudente, formarle y protegerle. Atravesará picos que tendrá que comprender y estar preparado para esos momentos menos buenos", explicó De la Fuente, posiblemente la persona que mejor entiende y conoce el fútbol formativo español.

Las lesiones y las dudas en el eje de la zaga

Yamal, ovacionado como una estrella en el Nuevo los Cármenes, es una de las hojas de la tijera en la que se ha convertido la selección con dos extremos profundos. Por un lado, el jugador del Barça, por otro, Nico Williams. El del Athletic protagonizó la peor noticia ante Chipre al sufrir una lesión.

Frente a Georgia cayeron Dani Olmo y Marco Asensio. Tres bajas sensibles si se tiene en cuenta la cercanía de la próxima ventana internacional. La selección española juega el 12 de octubre en Valladolid contra Escocia un partido en el que puede cerrar su clasificación y, de paso, quitarse la espina del doloroso partido de ida. El 15 viaja a Noruega, encuentro cuya importancia vendrá determinada por lo que suceda en el anterior.

La primera parte del partido contra Georgia y la segunda frente a Chipre son las mejores obras de la absoluta que dirige De la Fuente. Dos demostraciones de autoridad con protagonistas distintos. De hecho, solo seis jugadores no han tenido minutos en esta ventana. Además de los porteros Kepa y David Raya, el delantero Abel Ruiz; los centrales David García (descarte ante Chipre) y Pau Torres; y el lateral Azpilicueta, quien no se tomó bien su ausencia ante Chipre tras estar calentando.

El descarte de dos centrales es significativo y evidencia que es la posición más vulnerable de la nueva estructura. La marcha de Laporte a Arabia Saudí hace temer por un descenso en su nivel competitivo. El otro central titular por el que ha apostado De la Fuente es Le Normand. Esto no hace más que avivar un posible regreso de Sergio Ramos a la selección, incluso sin haber jugado un solo minuto con el Sevilla y tras el desencuentro público que mantuvo con el seleccionador.

Rodri: "Hay que adaptarse a lo que demanda el fútbol moderno"

Son dudas en un cuaderno donde la mayoría de las páginas invitan al optimismo. El gran coronel de la tropa es un Rodri Hernández que está en un momento sensacional de forma. Mejorado por Guardiola, tiene números, rendimiento y forma de Balón de Oro. Aunque su imagen y personalidad disten de la de un futbolista moderno. Con verbo comedido y camiseta por dentro.

Hay que adaptarse a lo que hoy en día demanda el fútbol moderno. Las posesiones tan largas, de tantos toques, son ineficaces ahora. No quiere decir que perdamos nuestra esencia, porque tenemos unas características específicas, pero las áreas son más importantes hoy en día. Trabajamos en ser más verticales”, describía Rodri en marzo.

En un escalafón similar se encuentra Dani Olmo, baja tras el 1-7 en el que demostró el grado de madurez en el que se encuentra. Ofrece múltiples registros en ataque, martilleando desde el perfil izquierdo y enfilando puerta. Su potente disparo y su especialidad para abrirse el hueco necesario le han convertido en un desatascador. 

La "libertad" de Fabián frente al ostracismo con Luis Enrique

Más paradójica es la situación de Fabián Ruiz, que comparecía en la previa al encuentro frente a Chipre. El andaluz no tuvo reparos en lamentar su falta de minutos en el PSG que dirige Luis Enrique, quien prescindió de su oficio tras la Eurocopa, donde fue señalado en el partido frente a Dinamarca. “No sé por qué no volvió a llamarme, pero son decisiones que toman los entrenadores", reflexionaba.

Fabián fue una de las figuras destacadas de su generación en las categorías inferiores que tuteló Luis de la Fuente. Esto no tiene por qué ser definitorio en el futuro, pero sí para el riojano, que ha sabido explotar la maniobrabilidad que aporta al juego un jugador que LaLiga perdió muy joven y que la selección, pese al escaso protagonismo en el equipo parisino, no quiere dejar por el camino.

Luis (De la Fuente) me deja libertad, tanto en ataque como en defensa. Tener su confianza desde las categorías inferiores y ahora la absoluta me hace estar más tranquilo en el campo”, explicó. Mientras que en la época de Luis Enrique se daba la imagen de una guardia pretoriana, con el seleccionador riojano, los jugadores no paran de repetir la palabra “libertad”. El sentido de este nuevo orden es “llegar a campo contrario y finalizar jugada, aunque sin miedo a tener la pelota”, argumentaba Fabián.

El riesgo de que suceda lo mismo que en Escocia

Ahora, De la Fuente necesita visualizar un entorno en el que esta expresión sin ataduras no se traduzca en anarquía y exista un plan igualmente de contención para situaciones como las vividas en Escocia, donde España se sintió vulnerable ante un equipo que le apabulló en la presión y que le zarandeó hasta perder el control del juego. Son los obstáculos del aprendizaje en un equipo nacional donde, como recordaba Merino en conversación con este diario, es imprescindible “cambiar rápido el chip”.

Aunque algunos jugadores vienen con el disco duro más moderno y actualizado. Al asentamiento de la idea de juego de Luis de la Fuente hay que sumarle las vitaminas que aportan irrupciones como las de Lamine Yamal. Todo compone un entorno ideal para el florecimiento de un proyecto que aspira a estar entre los favoritos de la próxima Eurocopa.

Para ello, Luis de la Fuente, según comenta su entorno cercano, trabaja hasta altas horas de la madrugada. Un oficio que ha dado sus frutos y se ha convertido en aplausos, pero bien diferentes de los de la asamblea que le puso en el disparadero.