Fútbol

El Atlético desata el estado de felicidad en el Metropolitano con una goleada

Los de Simeone cuajan un partido perfecto frente al Celtic, que jugó gran parte del mismo con diez por la expulsión de Maeda

Griezmann, superlativo, necesitó una hora para un doblete y encarrilar un duelo en el que también anotaron Morata (2), Lino y Saúl

Denís Iglesias

Lo que más se valora es tranquilidad. En el fútbol y en la vida. En un presente de múltiples tensiones, asistir a un triunfo como el que firmó el Atlético ante el Celtic en Champions sana el cuerpo y la mente. Simeone, a punto de la renovación, disfrutó como pocas veces de una goleada (6-0) que pone a los rojiblancos líderes. Lo hizo gracias a otra magistral actuación de Griezmann, autor de un doblete y cocinero de un tercer tanto frente a un rival que jugó con diez prácticamente todo el partido por la expulsión de Maeda.

El Metropolitano le dio una merecida ovación al francés, que necesitó poco más de una hora para demostrar que puede jugar en cualquier parte del campo. Todo lo hace bien. Muchos sueñan con manejar una sola pierna tan bien como lo hace el ambidiestro Griezmann. Una noche mágica que nada tiene que ver con la difícil victoria frente al Feyenoord. Son ya 16 victorias como local de un Atlético donde también destacó Riquelme y hasta el regresado Samu Lino anotó un golazo mientras Morata, con un doblete se asienta como máximo artillero.

No quiso Simeone sufrir la estampida jíbara que le costó un gol temprano en contra al Atlético en Escocia hace dos semanas. Barrios formó en el centro del campo en lugar del sancionado Rodrigo de Paul. Entraron en el once Correa y Giménez, que sustituyó a Savic. Enfrente, la misma atrevida propuesta del Celtic de Brendan Rodgers, absoluto dominador de su país y que había sido superior en el partido de ida.

Gol tempranero y expulsión de Maeda

Se puso rápido por delante el Atlético (minuto 6) con un tanto del alguacil Griezmann, jugador que lleva veneno en la sangre. Aprovechó una mala salida de balón del Celtic para disparar de primeras. Un defensor desvió levemente el balón para hacer inútil la estirada de Hart, que ya se había demostrado dubitativo en una acción anterior. Hasta ahí, un micropartido. A partir de ese momento, otro en el que los visitantes se hicieron con el control del esférico.

Luis Palma por una banda, Maeda por la otra. El cóctel japoamericano que intimidó al Atlético en el primer enfrentamiento. Hasta que el segundo fue expulsado. Tiene rostro de integrante de la 'yakuza', pero Maeda es de todo menos violento. No lo verán en los disturbios callejeros. Sin embargo, él, diestro, no controló su zurda y dejó los tacos en el tobillo de Mario Hermoso. El VAR le crucificó y se fue cargando con la roja al vestuario. El Celtic se quedaba sin uno de sus grandes argumentos ofensivos. Todo un partido con diez.

La superioridad no aceleró a los de Simeone, salvo en galopadas como las que proponía Riquelme, uno de los jugadores que más ha crecido en los últimos tiempos. Se ha convertido en una pieza fundamental del 'Cholo-Taka'. Nombre de baile o 'snack' rápido. Valdría para casi cualquier producto, pero define un fútbol práctico y valiente.

Griezmann puede jugar de lo que sea

Sin embargo, un fallo en el despeje de Morata hizo que Oblak se ganase el jornal. Con Griezmann de interior, liberado de tareas defensivas tras la expulsión de Maeda, se puso el pin de 'croupier' para repartir oportunidades a sus compañeros. Una de las más claras corrió a cargo de Nahuel Molina, quien con una volea pudo dejar encaminado el encuentro.

De tanto asomarse, el Atlético acabó encarrilando el duelo antes del descanso con el segundo gol, obra de Morata, tras una jugada magnífica que nació en las botas de Griezmann. Ve las jugadas antes que el resto. Giménez orientó a la perfección un centro kilométrico del galo que el delantero español convirtió en su 11º tanto de la temporada como rojiblanco. Uno más que Griezmann en su placentera lucha.

Ovación para Griezmann y gran gol de Lino

El segundo acto se convirtió en los extras de la película. Un fragmento para el puro disfrute del Metropolitano, acostumbrado a apretar los dientes. El Atlético llegaba por todos los lados e imaginaba jugadas que antes de un partido tan importante estaban descatalogadas. Para muestra el remate de chilena de Witsel que enlazó con un cabezazo parabólico de Giménez que se quedó en la línea.

Pero volvió a ser Griezmann el que puso en pie a un Metropolitano enamorado. Con un remate acrobático, tras un balón que recibió de Riquelme, la otra gran figura del Atlético, puso el tercero en el lado del único equipo que existía. Simeone retiró al francés poco después de la hora de juego para un aplauso impresionante. Pero los rojiblancos no dejaron de cantar y agitar los brazos. Un soberbio tanto de Lino y el segundo de Morata coronaron la fiesta en un partido en el que había para todos. Saúl dejó el resultado en un 'set' que llena de confianza a un Atlético que ya ni se acuerda del tropiezo en Liga ante Las Palmas.