Un siglo repleto de leyendas albinegras

El Castellón es lo que es hoy, un siglo después de su nacimiento, gracias a los centenares de futbolistas, de los que solo un puñado de privilegiados han conseguido elevarse a la categoría de leyendas. Algunos de ellos repasan el Centenario. Antonio Navarro, Tonín, recuerda el principal hito alcanzado por el club, la final de Copa y el quinto puesto en Primera en 1973. «Castellón estaba vacío porque todo el mundo estaba en Madrid», rememora; así como la «alegría e ilusión de todo el pueblo». «Son recuerdos muy bonitos y una satisfacción haberlos vivido», añade.

Uno de los jugadores más emblemáticos y carismáticos, compañero del anterior en ese doble éxito pero que también vistió de albinegro en Tercera, es Luis Cela. «Con un equipo relativamente pequeño conseguimos cotas que van a quedar siempre ahí», destacó en la sección Un segle de passió albinegradel programa La Panderola, de Medi TV. El burrianense Juan Bautista Planelles, en el mismo formato, otro mito, habla de aquellos años felices: «Llegamos a codearnos con el Real Madrid, al Barcelona le ganamos por 4-0...».

Enrique Saura es uno de los últimos futbolistas formados en el Castellón que luego llegó a la selección española. «El Castellón lo llevo como si fuera mío», dice el ondense. «Es el que me dio la oportunidad antes de salir al Valencia», refuerza el que hace 40 años disputó el Mundial de España-82. Otro internacional de la provincia, el betxinense Robert Fernández, habla en términos similares: «Es el club que en el que pude llegar a pensar en hacer algo en el fútbol: me ayudó a formarme como jugador y como persona».

De Argentina llegó para conquistar Castalia José Juan Cioffi, que luego colgó las botas y se quedó a vivir en la provincia. Este delantero, originario de uno de los países más pasionales (futbolísticamente hablando), no duda en afirmar: «La afición del Castellón es de las mejores de España». Leyendas que toman el testigo de los Basilio Nieto, Badenes, Francisco Guillén o José Alanga, referentes de los primeros 50 años.