«Para mí, llevar el brazalete del Pego es lo máximo»

Merecido homenaje para un histórico del conjunto ‘roget’, tras toda una vida defendiendo el escudo del Pego

Giménez posando con sus compañeros y una camiseta conmemorativa

Giménez posando con sus compañeros y una camiseta conmemorativa / Redacción SD

Manel J. Ghelli

Manel J. Ghelli

Si existe un jugador que siente los colores del Pego CF, ese es Víctor Giménez. El capitán ‘roget’ lleva luciendo los colores de su equipo desde los seis años. Toda una vida ligado al club, excepto un año que jugó en el CD Denia con 23 año, que este año cuelga las botas a sus 32 años. 

Un jugador que tiene muy clara la exigencia del club y cuyo objetivo cumplido este curso «es lo mínimo que se merece». El defensa fue homenajeado en su último partido en el templo local, el Cervantes, por toda una vida al servicio del club. Una decisión de retirarse que ya tenía pensada desde principio de temporada lo que le ha hecho disfrutarla más. «Cuando sabes que es el final lo saboreas todo más. Cada partido, cada previa, cada minuto, cada entrenamiento. Incluso aprecias las patadas, te das cuenta que cuando acabes ya no las recibirás y saboreas más esos momentos que tiene el fútbol», comentó entre risas. 

Víctor ha sentido cada partido, viniendo de una familia que ya sabe lo que es defender el escudo centenario. «Representar a mi hermano que ha jugado en Tercera, a mi padre, a mi abuelo que ha sido un jugador histórico, y más este año que ha sido muy emotivo. Me llevo eso»

En lo personal, ha sido un año «muy positivo». «Siempre había soñado con llegar al primer equipo, pero llegar a ser capitán es lo máximo. Desde el primer año que tuve el brazalete ha sido un honor y un orgullo», reconoció honrado. 

Entre los agradecimientos no puede olvidarse del capitán del que heredó el brazalete. «Frederic Alemany ha sido un gran amigo, un ejemplo, y lo he tenido en cuenta para ayudar a los más jóvenes». Una parte vital para el desarrollo de los jóvenes ‘rogets’. «Cuando al principio no salen las cosas, no entras en las convocatorias, siempre he intentado transmitir tranquilidad, que sigan trabajando y que las cosas llegan con trabajo», admitía el pegolino, consciente de los valores que representan un escudo como el del Pego, y que se transmiten desde bien pequeños. 

Una carrera ligada al equipo de su vida, que puso fin de la manera más emotiva. Con un merecido homenaje en el Cervantes, estadio que le ha visto crecer, y que el año que viene disfrutará de Preferente.

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