Los ventrículos

Por Beatriz García

¿Qué son y cuál es su función?

El corazón consta de 4 cavidades: dos aurículas (una derecha y una izquierda) y dos ventrículos (uno derecho y uno izquierdo).

La aurícula derecha se encarga de recibir la sangre no oxigenada que llega desde todas las partes del cuerpo a través de las venas cavas y la introduce en el ventrículo derecho que es la cámara encargada de bombear la sangre a los pulmones para oxigenarla. Una vez oxigenada, llega a través de las venas pulmonares a la aurícula izquierda que la introduce en el ventrículo izquierdo, que a su vez la bombeará a todo el cuerpo a través de la arteria aorta.

Una vez descargada de oxígeno, vuelve a retornar a la aurícula derecha para volver a iniciar el ciclo cardiaco.

¿Cuáles son los principales problemas de salud que pueden afectar a esta parte del corazón?

De una forma muy simplista, podemos entender el corazón como un sistema muscular encargado de bombear la sangre cuando le llega el impulso eléctrico que lo activa. Así, puede haber patologías que afecten, bien al músculo cardiaco, bien al sistema eléctrico del mismo.

• Enfermedad coronaria: es una afección que afecta a los vasos sanguíneos que irrigan el músculo cardiaco (arterias coronarias). Se debe al proceso conocido como aterosclerosis que provoca el desarrollo de una placa de ateroma en las arterias, que limita el flujo sanguíneo al corazón. Se puede manifestar como angina de pecho, que típicamente produce un fuerte dolor en el centro del pecho, descrito como opresivo, al realizar esfuerzos y se suele acompañar de intenso malestar, sudoración e incluso náuseas. Y también se puede manifestar como infarto agudo de miocardio en el que la obstrucción de la arteria es completa. Esto hace que el dolor se produzca en reposo, sea más intenso y prolongado.

  Por dicho motivo, ante la aparición de dolor torácico de estas características, se recomienda avisar a los Servicios de emergencia extrahospitalaria para una rápida valoración.

• Enfermedades inflamatorias: las enfermedades inflamatorias de los ventrículos o miocarditis pueden afectar a su capacidad para bombear la sangre y a su ritmo eléctrico. Las causas más frecuentes son las infecciones virales, aunque también pueden deberse a otros macroorganismos, fármacos, drogas o enfermedades autoinmunes. Se suelen manifestar como dolor torácico, falta de aire y fiebre y los síntomas pueden ser desde muy leves a casos muy graves que requieren manejo en unidades de cuidados intensivos cardiológicos.

• Taquicardia ventricular: es un trastorno del ritmo cardiaco causado por señales eléctricas anormales dentro de los ventrículos. La causa más frecuente es la cicatrización del músculo cardiaco en personas que han padecido un infarto previo, aunque también puede producirse en otras enfermedades del músculo cardiaco. Esta arritmia hace que el corazón lata más rápido de lo normal y produce sensación de ahogo, dolor en el pecho, mareos, pérdida de conocimiento e incluso parada cardiaca.

• Bloqueo cardiaco: es una alteración de la conducción del impulso eléctrico en el corazón, que impide que la señal eléctrica se propague desde las aurículas a los ventrículos y da lugar a que el corazón lata más despacio y no pueda acelerar su frecuencia en caso de que sea necesario. Esto da lugar a sensación de fatiga, ahogo, mareo o pérdida de conocimiento. Puede deberse simplemente al envejecimiento, pero también a determinados fármacos o a la enfermedad de las arterias coronarias.

¿Cuáles son los síntomas que pueden hacer sospechar de la existencia de algún problema en los ventrículos?

Los síntomas dependen del tipo y de la gravedad del problema. Sin embargo, algunos síntomas comunes que pueden indicar una alteración en el ritmo cardiaco, en el flujo sanguíneo o en la estructura de los ventrículos son: mareos, falta de aire o sensación de ahogo, palpitaciones, dolor en el pecho o pérdida de conocimiento.

¿Cómo se realiza el diagnóstico?

El diagnóstico de sospecha se establece con una adecuada historia clínica dirigida a conocer los síntomas del paciente y posteriormente se confirma mediante pruebas diagnósticas dirigidas como un electrocardiograma, un ecocardiograma o una prueba de esfuerzo. En ocasiones se necesitan técnicas de mayor complejidad como una cardio-resonancia magnética nuclear o una coronariografía.

¿Hay tratamiento?

El tratamiento farmacológico no suele ser necesario en el caso de las miocarditis, mientras que en el caso del bloqueo cardiaco suele ser necesario implantar un marcapasos para restituir el ritmo cardiaco. En lo que se refiere a las arritmias, disponemos de fármacos para prevenirlas, denominados “antiarrítmicos” y en ocasiones hay que realizar estudios de la electricidad cardiaca (estudios electrofisiológicos) colocando catéteres en lugares estratégicos dentro del corazón para localizar los circuitos anómalos y cauterizarlos mediante un procedimiento que se llama ablación.

Para los pacientes que tienen enfermedad coronaria, existen fármacos para ayudar a tener menos episodios de angina (son los fármacos antianginosos y antiagregantes), para ayudar a recuperar la fuerza del corazón en caso de que se haya deteriorado. Además, en muchas ocasiones hay que conocer cuáles son las arterias afectadas y tratarlas mediante un procedimiento llamado coronariografía.

¿Es posible la prevención? ¿Cuáles son sus recomendaciones para conservarlos en el mejor estado durante toda la vida?

La prevención de la enfermedad coronaria es fundamental para toda la población. En este sentido es muy recomendable hacer una vida activa y practicar ejercicio 30 minutos diarios, 5 días a la semana para cuidar nuestro corazón y evitar la obesidad. Hacer la dieta mediterránea y consumo de frutas y verduras diariamente.

Importantísimo abandonar el hábito tabáquico, controlar nuestra tensión regularmente y vigilar los niveles de colesterol y azúcar en sangre según indique su médico.