Aver, no es que dude, pero si dices que dudo me entran dudas de si no serás tú la que duda porque cuándo dices que yo dudo se nota que dudas de mis dudas. Y eso me produce... dudas». No es más que una ficción fruto del ingenio de los guionistas de 'La que se avecina' y no creo que lleguemos a ese extremo, pero a Marcelino (como seguramente también lo estará Calleja) se le ve especialmente metido en atacar el 'coco' de sus futbolistas, darles confianza, liberarlos de presión. Despejar las dudas. El factor psicológico está detrás de todas y cada una de sus palabras y no es para menos, porque el miedo a fallar, el miedo a perder, es el peor compañero de viaje en un partido como este. Por ahí tiene cierta ventaja el Villarreal, que sin hacer un partido especialmente bueno logró romper la dinámica perdedora en LaLiga hace solo unos días en Leganés. Nunca está bien apostar por algo tan mediocre pero es un escenario que hoy mismo firmaría cualquier valencianista, técnico y jugadores sin excepción: ganar en Vila-real jugando un partido horroroso. Lo que está claro es que el que pierda de los dos va a salir de allí muy tocado, a ver si acaban empatando.

¡Qué Cruz!

Nunca he leído en el diario AS ni en ninguna otra parte a Juan Cruz escribir que Cristiano Ronaldo o cualquier otro futbolista debería celebrar con menos vehemencia de lo habitual un gol cuando lo ha conseguido por ejemplo en fuera de juego, o pedir perdón a la grada solo por respeto. Nunca leí a este señor escribir sobre el dolor del aficionado rival cada vez que Cristiano Ronaldo transforma un penalti que no es y se regocija en ello mostrando al público los abdominales. Pero claro, lo que a este Cruz le produjo una «infinita vergüenza por el género humano apiñado en la grada» es lo que pasó en Mestalla. Y a todo esto, ¿qué paso? Simplemente que muchos celebraron la tarjeta roja como si fuera una victoria y algunos seguramente le dedicaron insultos, cosa que no está bien, pero nada más. Según este señor, los aficionados que asistían al partido debían guardar respeto por el llanto de Cristiano. Y yo lo leo y me preguntó por qué, ¿por ser más guapo o por ser más rico?

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