Apareció Barral y el Ciutat enloqueció con tres puntos clave ante un rival directo. La victoria ante el Granada, sobre todo por el contexto de la lucha por la permanencia, significó mucho más que un triunfo sin más y el estadio se convirtió en una pieza clave. Como el día del Málaga, Orriols fue esencial en la remontada y sobre el césped fue el '7' granota quien volvió a ser uno de los protagonistas en una nueva batalla y concretamente en otra situación con el marcador adverso, donde el gaditano anotó de nuevo.

En la carrera de fondo que afrontó el Levante desde el inició de temporada la meta siempre fue la permanencia. Ante el Granada de manera especial ese objetivo cobraba todavía mayor relevancia y es que como telón de fondo aparecía la oportunidad de derrotar a un rival directo y además sacarle tres puntos más el golaveraje. La moneda salió cruz en los primeros minutos con el penalti de Camarasa y tras el gol de El-Arabi el conjunto granota solo tenía una cosa entre ceja y ceja y en especial un hombre, David Barral, que avistó sobre el horizonte una nueva oportunidad de ser importante en otra noche en la que toca dar la vuelta al marcador.

El ariete gaditano ha sido clave en las últimas cuatro remontadas del Levante en la competición liguera. Dos esta temporada, casualmente ambas en el último mes y el mismo número el curso pasado, ante el Sevilla a domicilio y frente al Elche en casa. Casualidad o no, el nombre de David Barral sale a la primera plana de todos esos triunfos y es que el '7' anotó gol en el encuentro ante los de Unai Emery y frente a los de Escribá. En el Sánchez Pizjuán desde el punto de penalti para empatar a uno el choque e iniciar la reacción del conjunto granota. Mientras, ante la entidad ilicitana el delantero marcó los dos tantos del 2-1 en el Ciutat de Valencia en un partido que se le había complicado por momentos a los de Joaquín Caparrós.

Durante este curso esa versión de Barral se había visto apagada. Desde la sombra y sin la suerte cara a portería, el delantero recuperó la confianza en una noche mágica ante el Málaga, contra quien además anotó en Copa del Rey, y producto de la casualidad también vino precedida del gol rival que golpeaba primero. En el Ciutat y ante los de Gracia, el gaditano sacó primero el látigo para anotar una falta y después desde los once metros meter dos goles que significaban el primer triplete de su carrera.

El día del Málaga además Barral colaboró con tres goles que certificaban la mejoría del grupo y sirvió también para mostrar que Uche y él combinaban a la perfección. De hecho, de las botas del nigeriano nacía el tanto ante el Granada que confirmaba la remontada final que provocaba la histeria en Ciutat de Valencia. Con ese gol el Levante terminaba la semana un paso más cerca de los puestos de salvación y sobre todo, sigue con la línea positiva y que llena la mochila de confianza tanto para Barral como para el resto del equipo, sin duda la mejor noticia para el futuro más cercano.

Con la mentalidad de que las cosas van a continuar por el buen camino trabaja todo el grupo, el cual afronta el choque del Rayo Vallecano con confianza y con la sensación de que si el encuentro ante los de Paco Jémez lo comienza con derrota no habrá que darse por vencido, Barral puede aparecer, un arma importante para los pupilos de Lucas Alcaraz.