¿Qué le pasa a Diop? Pues son contadas las personas que lo saben con certeza, ya que el propio futbolista senegalés ha recurrido a la figura legal del secreto profesional médico para impedir que se revelen detalles sobre la lesión que padece. Apelando a un derecho universal, aunque poco recurrente en el día a día del fútbol profesional, Pape mantiene en privado su diagnóstico exacto y el trabajo de recuperación que está realizando desde que se dañara el tobillo izquierdo hace 18 días. El parte médico oficial hablaba en ese momento simplemente de un «esguince»; la única información extra que ha emanado desde entonces es que la citada dolencia es «más fuerte de lo normal», como ayer mismo señalara Lucas Alcaraz.

Solo los responsables del club y los implicados directos en su puesta a punto tienen acceso a la información concreta. Hasta sus compañeros de vestuario son ajenos a la magnitud del percance. Lo cierto es que el medio centro ha tenido que echar mano de muletas y protección especial en la articulación desde que se la dañase en el entrenamiento previo al choque ante el Sevilla, el 6 de abril. Todavía necesita ayuda para caminar y una bota CAM Walker, de la que solo se libra cuando recibe tratamiento fisioterapéutico. Este calzado ortopédico, que cuesta cerca de 300 euros la unidad, se prescribe habitualmente para evitar apoyos en esguinces de importancia o lesiones en el pie de otro tipo.

Alcaraz echó balones fuera en rueda de prensa, aunque concedió que la recuperación de Diop «no será hoy para mañana». «Respecto a los plazos de las lesiones no pregunto mucho. No sé exactamente cuándo voy a contar con él, pero hay que esperar», dijo el técnico, quien invitó en rueda de prensa a «preguntar al médico» al respecto. Sin embargo, el galeno granota, Ximo Mas, alega la prohibición de Pape para parapetarse en su dictamen inicial: esguince, sin concretar el grado del mismo.

La gravedad de un esguince de tobillo depende del nivel de afectación pero también del ligamento dañado en si. Aquellos que requieren de un periodo de rehabilitación más prolongado, como es el caso de Diop, que después de tres semanas ni siquiera ha podido saltar al césped para realizar carrera continua, están habitualmente acompañados de un pequeño arrancamiento del maleolo peroneo o tibial.

La aportación de Diop en sus últimas apariciones, en las que no rindió a su mejor nivel, deparó especulaciones sobre su posible compromiso con otro club desde el 30 de junio, cuando acaba su contrato. El medio lo niega en privado, por lo que su apuesta por una privacidad absoluta respecto el esguince podría estar destinada a evitar más informaciones de ese tipo, que puedan dar pie a poner en duda su profesionalidad o estado físico.