El último ensayo deja buen sabor de boca

Los de Paco López se ven reforzados tras vencer el Trofeo Festa d’Elx. El cuadro levantinista fue de menos a más y se impuso a los ilicitanos gracias a los tantos de Gonzalo Melero y José Morales

El Levante se impone al Elche y gana el Festa d'Elx

El Levante se impone al Elche y gana el Festa d'Elx / LUD

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El Levante afronta la cuenta atrás para el comienzo de LaLiga Santander ganando confianza. Las tres derrotas previas al amistoso ante el Elche provocaron incertidumbre, pero vencer el Trofeo Festa d’Elx, por un gol a dos, subió la autoestima del vestuario.

Los hombres dirigidos por Paco López mostraron una versión que fue de menos a más y que empezó con desazón, siguió con el altibajo del empate y terminó dando una imagen dominante. El conjunto levantinista dio un golpe encima de la mesa que anima al aficionado a confiar en los recursos que tiene el técnico de Silla a su disposición, a falta de las operaciones que tenga pendientes la dirección deportiva. Encima, la plantilla azulgrana recuperó el olfato con dos futbolistas llamados a dar alegrías esta campaña en forma de anotaciones. Un ejercicio de pretemporada cuyo balance es positivo. Sensación diferente a la que viven en el Martínez Valero, con un equipo que cuenta con veneno en la parcela atacante, pero que en defensa traslada debilidad.

El Elche, pese a la imperiosa necesidad de sumar efectivos a una plantilla todavía por perfilar, dio la sensación de tener el bidón de gasolina al máximo nivel. Proyectando el juego por bandas, sumando efectivos a la segunda línea y volcando sus esperanzas en marcar a un Lucas Boyé que encontró su premio en el segundo asalto. El delantero argentino fue un dolor de muelas para la retaguardia granota. Se le vio con hambre y empezó a justificar la opción de compra que los ilicitanos abonaron para hacerse con sus prestaciones.

Además, desde los primeros compases del choque. A los cinco minutos, el ‘9’ generó la jugada y la finalizó tras rematar un centro de Josan, pero Cárdenas le privó el suspiro del gol con una buena manopla. Mismas revoluciones mantuvo en los instantes posteriores, donde dejó una jugada individual cuya ejecución salió por milímetros. No en vano, uno de sus homólogos sobre el verde, Dani Gómez, quiso demostrar su potencial. Pasada la media hora, el atacante arrancó, se deshizo de la defensa ilicitana y erró ante la intervención de Edgar Badía, pero fue uno de los fogonazos de los suyos.

Sin embargo, el Levante salió a la segunda mitad con otros aires. Pablo Martínez, desde su casa, quiso intimidar en el minuto 48 la portería de Kiko Casilla, quien salió en la segunda parte, para transmitir que su equipo no iba a mantener la imagen de la primera mitad, y su compañero en la línea del centro del campo Gonzalo Melero lo demostró perforando la meta de una de las incorporaciones del cuadro de Escriba. Soldado, que tuvo la más clara en el primer asalto, después de desviar un tiro de Campaña que acabó en el palo, asistió al ‘22’, que aprovechó la mala cobertura de Enzo Roco y Diego González, para sumar el primero al luminoso a través de su mayor virtud: sorprender desde la segunda línea. Diana marca de la casa a la altura de un futbolista que, pese a ser mediocentro, huele la sangre.

No en vano, el Elche encontró su momento cuando peor estuvo. Boyé, que insistió en conseguir su anotación, lo logró con una buena acción personal. En el minuto 64 recogió el esférico en la frontal, se lo acomodó y, sutilmente, la puso pegada al palo de la portería salvaguardada por Cárdenas. A partir de ahí, Fidel y Pere Milla quisieron agitar el choque, pero ninguno de sus compañeros se contagió del ímpetu de ambos. Una situación de la que se aprovechó un protagonista inesperado. Sergio León, en la plaza donde mostró un rendimiento que le permitió dar el salto a la élite, hizo una jugada sobresaliente para asistir a Morales, que mandó el balón al fondo de las mallas.

Desde el gol definitivo, que llegó a diez minutos del pitido final, el encuentro calmó sus aguas, aunque los granotas recibieron un último susto cuando el árbitro estaba dispuesto a concluir el Trofeo Festa d’Elx. Fidel impactó una jugada procedente desde la banda, pero de manera inesperada. Acercamiento que quedó en nada para colmo de un Elche que tiene aún faena por delante.