Golazos y esperanza en el milagro

Morales, con su segundo tanto contra el Villarreal, sumó otra diana para enmarcar a su catálogo de anotaciones. El papel del Comandante se postula como fundamental para lograr el objetivo

Por la cabeza de Morales solo pasa la opción de quedarse en Primera División la temporada que viene.

Por la cabeza de Morales solo pasa la opción de quedarse en Primera División la temporada que viene. / SD

Rafa Esteve

Rafa Esteve

Máximo goleador del Levante esta temporada con nueve dianas, Morales se situó a un gol de los dos dígitos en su cuenta particular marcándole al Villarreal un doblete de bella factura. El primero, gracias a un recurso excelso de Roger Martí (una asistencia de tacón que le habilitó solo ante Gerónimo Rulli), y el segundo, mediante una jugada que es marca de la casa en el historial del Comandante. Tras un despeje defectuoso de Estupiñán que le dejó solo ante el guardameta amarillo, el ‘11’, tirando de frialdad, hizo una bicicleta, amagó con disparar y, tras dejar vencido al argentino, se habilitó el esférico a la pierna izquierda para colocar el 2-0 en el marcador y generar un estallido de júbilo y euforia en el Ciutat de València. No solamente por la espectacularidad de la diana, sino porque el Levante vuelve a pedir billete para subirse al tren de la permanencia en la élite del fútbol español. Sin embargo, más allá del simbolismo, Morales, con el tanto de la sentencia ante los de Unai Emery, añadió a su lista un nuevo gol para enmarcar entre muchos otros que ha hecho como futbolista levantinista. 

El Comandante, desde que regresó de su cesión en el Eibar en 2014, puede presumir de que, de las más de sesenta anotaciones que tiene en su casillero como granota, un buen porcentaje de ellos han sido de carácter memorable. Su bautismo fue en el que significó su primer Derbi (temporada 2014/2015), saliendo desde el banquillo y quitando las telarañas de la portería del Valencia. Una diana que, en parte, supuso su despegue y posterior consolidación en Primera División. A partir de aquella tarde para el recuerdo, dio inicio a su repertorio. Getafe y Las Palmas fueron víctimas de sus jugadas zigzagueantes un curso más tarde, demostrando sus dotes ante el universo de Orriols. 

Pese a que en Segunda División sus números fueron más discretos, en la máxima categoría del fútbol español continuó con sus característicos goles, a través de jugadas individuales, voleas y otros recursos. Como, por ejemplo, ante el Real Madrid y contra el Betis (con doblete incluido frente los béticos), en la temporada 2019/2020 y en la 2020/2021 respectivamente, o ante el Valencia en el encuentro inaugural de la campaña posterior al confinamiento por la pandemia. No en vano, en San Mamés y en el Villamarín clavó la bandera de su dorsal con dos auténticos golazos. En el estadio verdiblanco recuperó en campo contrario, corrió hasta la meta rival sorteando a distintos adversarios y, con el exterior, batió a Pau López. Y en territorio vasco, partiendo desde la banda, pero a la altura del centro del campo, siguió en mismo esquema, pero, para superar a Kepa Arrizabalaga. Su gol ante al Villarreal ya milita en su palmarés de golazos