OPINIÓN

Hasta que la vida te dé la posibilidad de soñar

Lo único que le pido ahora al Levante, que rinde mejor en la cuerda floja que con margen para maniobrar, es que se vacíe

Los granotas, a las puertas de Mestalla

Los granotas, a las puertas de Mestalla / JM Lopez

Rafa Esteve

Rafa Esteve

Ningún revés ni ninguna situación vital será capaz de desestabilizar sueños, ilusiones y creencias. Mientras entren en los parámetros de la probabilidad, nada entenderá de contextos imposibles. Sin embargo, el fútbol, que tiene semejanzas con la vida, es capaz de trasladar escenarios tan objetivos como desesperanzadores. El empate del Levante en Mestalla fue la prueba. Pese al dominio sobre el verde y las numerosas ocasiones, la unidad sumada no se convirtió en recompensa.

Fue, incluso, un punto de difícil calificación. No en vano, el escudo y la historia de un club centenario merecen pelear hasta que el fútbol no les aporte más reválidas, con la ilusión de que un milagro se vista con la elástica granota. Con seis puntos de diferencia a falta de doce por jugarse, lo único que le pido al Levante, que rinde mejor en la cuerda floja que con margen para maniobrar, es que se vacíe. Que lo dé todo. Porque, mientras que la vida te dé la posibilidad, nunca hay que dejar de soñar.