La recompensa para un trabajador

El gol anotado por Wesley Moraes tras 1.053 minutos de sequía podría suponer un punto de inflexión para el delantero brasileño

Wesley se abraza con Javi Calleja tras anotar el gol de la remontada

Wesley se abraza con Javi Calleja tras anotar el gol de la remontada / LUD

La suerte le sonrió por fin a Wesley Moraes, que el pasado martes logró ante el Getafe su primer gol como granota tras muchos partidos en los que el brasileño ayudaba al equipo con su juego de espaldas y sus descargas, pero se mostraba errático en los metros finales de cara al gol.

Aunque el término suerte es erróneo, más bien es trabajo. Ya que Wesley, sea como titular o como suplente, con más o menos minutos, no ha dejado de trabajar en busca la recompensa de su ansiado primer gol. Que llegó en un momento perfecto: en los últimos minutos, en un partido ante un gran rival, para culminar la remontada y desatar la locura en el Ciutat de Valencia al lograr la clasificación a los octavos de final de la Copa del Rey.

El tiempo dirá si Wesley es capaz de recuperar o al menos parecerse a la gran versión que ofreció en el Brujas y que llevó al Aston Villa a pagar cerca de 25 millones de euros por su traspaso, pero el partido copero ante el conjunto azulón sí que podría suponer un punto de inflexión en su trayectoria. Si el brasileño es capaz de aprovechar el chute de confianza que siempre aportan los goles, podría «romper» y disparar sus prestaciones.

El partido copero de Wesley representa bien lo que es el brasileño: el «7» es un delantero que sabe hacer uso de su gran físico para ganar muchos duelos aéreos y habilitar a sus compañeros con sus descargas. De hecho, muy pocos centrales han logrado en lo que llevamos de temporada, imponerse al brasileño en esta faceta. No obstante en contextos de campo abierto su aportación no es muy grande, y en los metros finales, de cara al gol, Wesley no posee una técnica exquisita y es un delantero de pocos toques, de rematar.