Va por ti, abuelo

La incorporación de Sergio Lozano le da al Levante talento y creatividad en tres cuartos de campo. El futbolista, procedente del Villarreal B, después de su primera aparición en Segunda División de la mano del Cartagena, se destapó como una de las revelaciones de la categoría de plata y despertó interés entre otros equipos gracias a sus actuaciones. A pesar de que una lesión de tobillo mermó su rendimiento, las cinco dianas anotadas y las siete asistencias repartidas le dieron el beneplácito de asumir un nuevo desafío en la temporada 2023/2024. El Levante no fue la mejor opción sobre el papel, pero sí la idónea según sus sentimientos y sus raíces. Nacido en València, y con familia procedente de los Poblados Marítimos, con Nazaret como el barrio de sus orígenes, por sus venas corre sangre levantinista. Sus padres son fieles seguidores del Levante, pero quien le inculcó los valores de su actual club fue su abuelo José Vicente Lluch:utillero y masajista del conjunto de Orriols durante los años ochenta, amante de las Fallas y, por encima de todo, acérrimo aficionado granota.

Sergio Lozano aceptó el reto de subir a la élite nacional con el Levante doce años después de abandonar su cantera para poner rumbo a las categorías inferiores del Villarreal. Empezó a jugar al fútbol a los cuatro años en torneos con el Alzira, y cuando llegó a la etapa de Alevín, muchos fueron los clubes que llamaron a su puerta para desarrollar su potencial sobre el césped. Sin embargo, y pese a tener detrás a entidades de grandísimo prestigio, firmó por el equipo de su abuelo. «Nadie en Alzira asimilaba que se fuera al Levante teniendo clubes más grandes», dijo Sergio Lozano, padre del flamante fichaje granota, en Superdeporte. No obstante, su hijo actuó, por aquel entonces, de la misma forma que hace pocas semanas. «Este año se ha tirado por el corazón. Sergio es levantinista de corazón. Quería firmar por el Levante, ya fuera si estaba en Primera o, si no, para ayudar a devolverlo a Primera», aseguró su progenitor.

Sergio Lozano creció escuchando las anécdotas de su abuelo de cuando trabajó durante los años ochenta en el Levante. Fue utillero y masajista en el filial, pero, entregado al club de sus amores, ayudaba a estirar a los futbolistas del primer equipo. Entre ellos, a Johan Cruyff, situación de la que presumía no solo con su nieto, sino también por las calles de Nazaret. Siempre con su imprescindible gorra del Levante, con el carnet que le acreditaba como masajista del club y mientras guardaba, como oro en paño, las equipaciones que portó Lozano en el Alevín levantinista. 

A finales de 2022, José Vicente Lluch falleció debido a una enfermedad y se fue dejando un gran vacío dentro de su familia. Sin embargo, su legado permanecerá siempre en la memoria de su gente más cercana y de su nieto Sergio. El gol que le dedicó a su abuelo, el 6 de enero de 2023 ante la Ponferradina, ya es eterno. Ahora Lozano trabaja para que todos los éxitos que logre como granota tengan al cielo como receptor. «Cuando Sergio fichó por el Levante, el barrio se volcó con él. Su abuelo siempre le inculcó su pasión. Estará muy orgulloso de verlo otra vez vestido de granota y con sus colores», comentó el padre del futbolista.