Un rumbo que enderezar

El equipo de Javi Calleja viaja a Santo Domingo con el deber de sumar tres puntos que hagan olvidar la desastrosa imagen ante el Espanyol

La derrota ante el Espanyol marcó una semana en la que es obligatorio ganarle al Alcorcón para despejar dudas

La derrota ante el Espanyol marcó una semana en la que es obligatorio ganarle al Alcorcón para despejar dudas / LUD

Rafa Esteve

Rafa Esteve

La Segunda División 23/24 ya cuenta con cinco jornadas transcurridas a sus espaldas y el Levante, que afronta una temporada cuyo arranque convive con el amargo recuerdo de lo sucedido en la anterior, está nuevamente coqueteando con el alambre. Sin encender las alarmas ni alterar a su alrededor, pero consciente de cuál es el camino que debe tomar para que su ilusión de ascender a Primera División se mantenga en el tiempo. El equipo de Javi Calleja, aún construyendo y buscando su mejor versión, afronta la sexta fecha del campeonato con la idea no solo de ganar al Alcorcón, sino también de demostrar que la derrota contra el Espanyol fue un accidente y no corresponde con el estado en el que se encuentra. De hecho, un triunfo es la mejor medicina que puede recibir el Levante, que después de sentirse fuerte tras cuatro partidos donde desconoció las sensaciones que produce una derrota, sufrió, de golpe y porrazo, todas las consecuencias después de caer, con todo el peso de la ley, ante el Espanyol.

Perder contra los pericos devolvió al templo de Orriols a su estado de incertidumbre. A su estado de rabia y a sus niveles de intranquilidad. Al Levante no le salió nada y a su adversario le salió todo. No fue el día del conjunto granota. De hecho, es humano el ambiente de crispación que se vive en el Ciutat de València. Lo institucional, viciado por las consecuencias de no subir a la máxima división del fútbol español, preocupa a un entorno que tiene al esférico como su método de evasión, pero que en su encuentro frente al Espanyol, no tuvo más remedio que resignarse en su totalidad. Ahora, la misión de los pupilos dirigidos por Calleja es que lo deportivo no sea una preocupación, sino que sea una vía de escape donde el entusiasmo y, sobre todo, la ilusión, reine en el levantinismo.

Sin embargo, no será una tarea sencilla. El Alcorcón, pese a su condición de recién ascendido, será un contrincante exigente. Suficiente fueron los correctivos que recibió en las dos primeras jornadas de la Liga Hypermotion, cayendo 4-0 en Anduva y 0-2 contra el Leganés, para saber en qué consiste la Segunda División. No solo su imagen ha mejorado en sus últimos partidos, sino que, por ejemplo, fue capaz de ganarle al Valladolid en el José Zorrilla. Una victoria y dos empates es el balance con el que aterrizan los futbolistas entrenados por Fran Fernández a su compromiso frente el Levante. Una tendencia que pretenderá detener un equipo que suma efectivos a sus filas. Sin Vezo, quien fue expulsado ante el Espanyol, Javi Calleja recupera a Sergio Postigo, Ángel Algobia y Giorgi Kochorashvili. El georgiano, es más, buscará ponerle la guinda a una semana inolvidable para él tras debutar con la selección de su país ante Noruega. A sus 24 años, el ‘6’, además, llega a Santo Domingo con ánimo de revancha. En territorio alfarero perdió una final de promoción de ascenso con el Castellón, y tres meses después, buscará arrebatarle al Alcorcón los tres puntos en beneficio de un Levante que, tras su dolorosa derrota contra el Castellón, los necesita para que vuelva a imperar la ilusión. Todo por enderezar su camino.