El futuro del club pasa por Miñambres

El director deportivo, salvo que los resultados no acompañen, será el entrenador hasta final de temporada con la intención de conseguir un objetivo que no lograron sus anteriores elecciones

Felipe Miñambres, durante un entrenamiento del Levante UD

Felipe Miñambres, durante un entrenamiento del Levante UD / SD

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El empate del Levante contra el Racing de Ferrol en A Malata provocó el enésimo terremoto en el Ciutat de València en dos años y medio, periodo en el que la entidad levantinista se introdujo en una espiral de malas decisiones que han desembocado en una crisis alarmante, tanto económica como deportivamente. La destitución de Calleja volvió a generar una situación de inestabilidad generada por el peligroso distanciamiento con los puestos de promoción de ascenso a Primera División, que pese a que se sitúen a tres puntos de diferencia, cada vez son más los equipos que se encuentran en la pomada de candidatos para competir en la máxima categoría del fútbol español el año que viene. Mientras tanto, el combinado levantinista desprende estancamiento, planteamientos fríos y un juego que no transmite síntomas de peligrosas y, ni mucho menos, motivos para conseguir victorias. 

Ante un escenario donde las alarmas están encendidas a todo tren, Felipe Miñambres se erige como en salvador. El director deportivo, según anunció el Levante en el comunicado de despido de Javi Calleja, se sentará en el banquillo hasta final de temporada con la finalidad de revertir la dinámica de un equipo que, pese a su negativa tendencia, cuenta con el potencial suficiente como para estar en la terna del ascenso a la élite del fútbol español. Dicho escenario, en términos de trámite, se planteó si el Levante no hubiera logrado ganar al Valladolid en la primera vuelta, pero los tres puntos ante los vallisoletanos permitieron al ya extécnico levantinista continuar en el cargo. No obstante, la salida del madrileño coloca a Miñambres en una situación comprometida, ya que compaginará sus tareas de director deportivo con la responsabilidad de conseguir un ascenso a Primera que no obtuvieron ni Javi Calleja ni Mehdi Nafti. Ambos, escogidos por decisión del ex del Celta y del Rayo Vallecano entre otros. 

Después de que la apuesta por el actual entrenador del Alcorcón no saliese a flote, y de que la continuidad de Calleja no diese sus frutos, el astorgano se pone al frente del banquillo con la responsabilidad de devolver al Levante a donde se merece y consciente de que ninguno de los anteriores consiguió el reto al que debe de hacer frente. A no ser que los resultados no respalden su trabajo, y se tenga que recurrir a otra opción muy a la desesperada para mantener vivas las posibilidades de promocionar, será quien diriga a la primera plantilla hasta final de temporada con el sueño de subir a la élite en mente.

Pese a la complejidad del contexto, Miñambres, que seguirá ejerciendo de director deportivo y planificando la temporada 24/25, cuenta con el apoyo de las altas esferas del Levante, quienes consideraban que era necesario un cambio de rumbo en el equipo debido a la falta de victorias. Más allá de que a nivel interno hayan reforzado al nacido en Astorga, públicamente, en más de una ocasión, han valorado positivamente su trabajo. «No hay necesidad urgente de tener ese dinero porque Miñambres ha hecho un trabajo de ventas excelente. El club tiene confianza absoluta en Felipe», dijo Maribel Vilaplana a principio de temporada. Pablo Sánchez, en una entrevista con Superdeporte, también lo respaldó. «Es un activo muy importante para nosotros. Trabaja 20 horas al día. Además, tiene entendimiento. Si eres buena persona y eres trabajador, pero después no aciertas... Felipe es clave para nosotros».