La ‘última bala’ depende de los killers

Ganar en El Sardinero supondría, al superar a un rival directo, volver a la pugna por estar entre los seis primeros.

Tras tres partidos sin aparecer, es momento de los delanteros para volver a la pelea por la promoción

Bouldini, en su último gol como granota en enero

Bouldini, en su último gol como granota en enero

Mario Monsalve

Mario Monsalve

Si algo hay que sacar en claro de la Segunda División es que para bien o para mal es abierta hasta el final. Y de igual modo que un equipo que ha hecho un temporadón puede caerse en el tramo final y de manera injusta no conseguir los objetivos, equipos que no han hecho méritos o nunca han alcanzado la regularidad pueden aspirar a dar la sorpresa enlazando varios triunfos consecutivos. Puede ser el caso del Levante; en Orriols nadie se puede engañar y de momento no ha sido un buen curso.

No ganar en el Ciutat el pasado sábado al Amorebieta (1-2) ha sido dar un paso (o dos) para atrás. A las buenas sensaciones en resultados y juego de los últimos choques le contrarrestó la realidad en el duelo ante los vascos. Suena a topicazo, pero es la realidad: si quieres aspirar al playoff no te puedes permitir no sumar en casa ante un equipo recién ascendido y que además ocupa puestos de descenso. 

Y esto es lo que ocurrió. Ya no hay tiempo para lamentos y por complicado que sea, al destino se encomienda el Levante de Felipe Miñambres. Quedan siete partidos, 21 puntos, y hoy por hoy la sexta plaza -el equipo ocupa la undécima- está a solo cuatro puntos. Difícil de creer que un equipo que se ha movido por impulsos más que por juego sea capaz de reengancharse, pero mientras existan opciones se han de pelear. Y si los resultados llegan, la confianza aflora y los granotas podrían llegar al tramo final de temporada con posibilidades de demostrar lo que realmente valen como plantilla: mucho más de lo que hasta ahora se ha visto.

Sea como sea, el primer paso ha de ser sorprender y ganar a domicilio al Racing el sábado. Un cuadro cántabro que ya fue capaz de conquistar el Ciutat en la primera vuelta (2-4) y que hoy por hoy es rival directo por el playoff. En caso de ganar, el Levante escalaría y adelantaría al Racing, que ahora mismo tiene dos puntos más que los levantinistas, ocupando la novena plaza. 

Ahora no queda otra que trabajar para levantar los ánimos de una plantilla decepcionada con la remontada del Amorebieta y que necesita dar un golpe sobre la mesa para verse de nuevo con opciones. El Sardinero es el lugar, mejor escenario imposible. 

Anhelo de gol en el Levante UD

Ahora bien, para recuperar la senda del triunfo es importante, cuanto menos, que los delanteros vuelvan a ver portería. En este sentido, es ahora o nunca. Son tres partidos consecutivos sin que un ‘9’ anote (Amorebieta, Zaragoza y Valladolid); el último tanto fue obra de Dani Gómez en la remontada 3-2 ante el Elche. Y de goles de Dela, desde la frontal, de extremos como Brugui o de mediocentros como Pablo Martínez no se puede subsistir. 

El equipo vuelve a necesitar la mejor versión de Bouldini, que no anota desde el doblete que marcó ante el Albacete el 13 de enero. Por entonces, el máximo goleador del Levante (7), ya rompió una sequía de casi cuatro meses sin anotar. Por detrás, Dani Gómez (4) y Fabrício (4) son las otras dos referencias ofensivas. En caso del ex del Real Madrid, solo suma un gol en 2024, mientras que el brasileño no ve puerta desde el curso pasado.

Los números de los arietes, en este sentido, están siendo un lastre para el equipo, que paga muy cara la falta de acierto de sus delanteros y que, por mucho que mejore en defensa, ve difícil sumar de tres en tres sin marcar los tantos necesarios. A sus delanteros se encomiendan ahora los granotas, en el tramo final de la temporada. No ha sido un buen año, pero lo importante puede ser la guinda. 

Hoy por hoy, solo cuatro equipos tienen un máximo goleador con cifras peores que las de Moha (Huesca, Amorebieta, Alcorcón y Andorra) y ninguno de ellos está por encima de los levantinistas en la tabla. Es cuestión de fe y también de acierto. Ahora, más que nunca, Miñambres necesita a sus ‘killers’ enchufados. Todavía no es tarde para reaccionar, pero todo pasa por sumar en El Sardinero. Y entonces el tiempo dirá.

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