Orriols exige veteranía y experiencia

Con un Andrés Fernández que alcanza los 37, el once elegido por Felipe afrontó la final ante el Eibar con una media de 24,5 años. En una categoría donde los detalles marcan la diferencia, al equipo, talentoso como pocos en Segunda, le ha faltado a veces picardía

El equipo echa de menos un toque de experiencia en tramos de partido muy marcados.

El equipo echa de menos un toque de experiencia en tramos de partido muy marcados. / JM López

Rafa Esteve

Rafa Esteve

Las posibilidades de que el Levante entre en la promoción de ascenso son mínimas. No solo por no depender de sí mismo para clasificarse para el playoff, donde las combinaciones no son sencillas, sino por la obligación de hacer un pleno de puntuación en los tres partidos que restan de curso. El empate ante el Eibar, más allá de que los tropiezos ante Amorebieta y Cartagena mermasen el ánimo de la parroquia de Orriols, colocó la sexta posición a una distancia de difícil alcance tras la victoria del Oviedo contra el Zaragoza, después de un partido donde los de Felipe Miñambres dominaron a su rival e insistieron sobre la portería de Luca Zidane, pero sin que su esfuerzo se viera recompensado con tres puntos que hubieran sido vitales. Sin embargo, los tantos del Eibar fueron propiciados por errores propios: el primero, tras un despeje defectuoso de la defensa, y el segundo, después de una concatenación de errores que terminó con Andrés García, acorralado y sin apoyos a su alrededor, despejando a una zona peligrosa del área que acabó con gol en contra. Fallos imperdonables en una categoría de plata donde el temperamento, la cabeza fría y, sobre todo, la experiencia juegan un papel muy importante.

Siempre, en los alrededores del coliseo de Orriols, se rumoreó sobre la falta de veterania que existe en un equipo tan talentoso como inexperto dentro de los tejemanejes y peculiaridades de la Segunda División. No obstante, el pasado sábado se corroboró en un día clave por la promoción de ascenso. Con la lesión de Álex Muñoz, el Levante alineó un once con 24,5 años de media, contrastando con los 26,9 del Eibar, y donde la presencia de Andrés Fernández (37) aumentó la cifra. La defensa, de hecho, fue la ubicación más novel de la alineación: Andrés García (21), Dela (25), Cabello (20), Álex Valle (20). Y solo seis jugadores tuvieron o superaron los 25 (Andrés Fernández, Dela, Oriol Rey, Sergio Lozano, Roger Brugué y Dani Gómez). Un aspecto que Roger Brugué, en zona mitxa, puso sobre la pista tras el empate contra el Eibar. «Nos vamos jodidos. El equipo ha peleado y ha tenido ocasiones de todos los colores. Hay que ser más eficaces. Hay que aprender, sobre todo, de los errores, en esta categoría se pagan caros. Somos muy jóvenes, y hay que aprender e insistir. Conscientes de que es muy difícil, pero nos jugamos mucho», aseguró el ‘7’ tras el empate contra el Eibar.

Sin contar el Villarreal B, que nutre su plantilla de jugadores en fase de desarrollo y crecimiento futbolístico con tal de alimentar al primer equipo, el Levante es, junto al Andorra (25,5), el equipo más joven por detrás del Mirandés. Pese a que el Eibar presentó una media de 26,9 en el Ciutat de València, ostenta una media de 29, mientras que los que ocupan plaza de ascenso directo a la élite del fútbol español tienen 26,7 (Valladolid) y 27,6 (Leganés). Muestras de que, más allá de las cualidades y características de las plantillas, la veteranía ayuda a cumplir o a acercarse a los objetivos de cada uno. Cartagena, por ejemplo, se salvó teniendo una media de plantilla 29,5. Por ello, da la sensación de que, con vistas a una temporada en la que la competitividad será máxima en el caso de que el Levante no logre el ascenso, con el descenso de equipos como el Granada o el Almería, y el regreso de clubes de prestigio a nivel nacional como el Deportivo de la Coruña o el Castellón, tendrá la obligación que conservar talento y, a su vez, añadir futbolistas con horas de vuelo en la categoría.