Luto en el levantinismo por la muerte de Enriquito

Enrique Martín Peidró, quien dedicó más de tres décadas de trabajo al Levante como jefe de material, falleció esta mañana a los 96 años de edad

Enriquito, en su etapa de jefe de material.

Enriquito, en su etapa de jefe de material. / SD

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El legado que dejó Enrique Martín Peidró, sobradamente conocido entre el levantinismo como Enriquito, perdurará siempre en la historia centenaria del Levante. Lo merecen más de tres décadas de labor incombustible al servicio del conjunto de Orriols, donde nunca negoció su pasión por el club ni su amor por el trabajo bien realizado. Dedicación máxima y sin estridencias para colocar su figura en una posición considerable en los 114 años de historia del club.

Enriquito no es alguien indiferente para ningún levantinista. Por ello, el Levante, y todo lo que representa, está de luto por el fallecimiento a los 96 años de edad de uno de sus ilustres e irreductibles seguidores, quien, a lo largo de su trayectoria laboral, se dedicó en cuerpo y alma al equipo de su vida. A los colores que guiaron su corazón.

A lo largo de más de tres décadas trabajando en clave granota, quien fuera jefe de material tiene un sinfín de vivencias. Fue testigo del ascenso a Primera División en 1963, presenció el viejo estadio de Vallejo y continuó sus labores cuando el equipo se mudó a un Ciutat de València que, en junio de 2009, le homenajeó junto a Vicente Arastey 'Pirri' y Ramón Calvo.

Huérfano de padres, entró siendo un niño en el orfanato de La Misericordia, donde aprendió a darle patadas a un balón de fútbol y a coserlos. Función que le sirvió para que Eduardo Torres, masajista por aquel entonces del Levante, se fijase en él y le diese la oportunidad, junto al expresidente Antonio Román, no solo de trabajar en el que es el club de su vida, sino también para que le considerase como un padre.

Carlos Caszely, Johan Cruyff, Vicente Latorre, Manuel Campuzano... Muchas fueron las leyendas granotas que compitieron acompañados de la labor de Enrique Martín. Un granota único e irrepetible. Orriols, que el domingo ante el Alcorcón le guardará un sentido minuto de silencio, está de luto por el fallecimiento de uno de sus seguidores más fieles.