En el Golden Tulip Heerlickheijd de Ermelo hay una cama libre para Diego Mariño. Allí aguardan los granotas desde al gallego, cuya incorporación oficial lleva varios días a expensas únicamente del visto bueno de los servicios jurídicos de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Una vez tenga el OK, el portero cogerá el primer avión a Amsterdam para incorporarse a la estadía en tierras holandesas, que concluirá el 4 de agosto. En Orriols confían en que este jueves o viernes acabe el culebrón y se oficialice la cesión, aunque ese era ya el discurso el pasado fin de semana.

Han sido las distintas lecturas de la famosa cláusula liberatoria de su contrato las que han generado el desencuentro entre Valladolid y Levante por el internacional olímpico. Los pucelanos, propietarios de sus derechos, defienden que Diego y sus agentes ejercieron fuera de plazo su derecho a marcharse a préstamo a un equipo de Liga BBVA. Estos, sin embargo, defienden que sobre el papel no hay ninguna fecha concreta, y que, por tanto, esta debería fijarla el cierre del mercado de altas y bajas en el fútbol español: el 31 de agosto.

Al no haber jurisprudencia al respecto, las partes están moviéndose con pies de plomo y el dictamen de la LFP se está demorando. Mientras, a Mariño no le queda otra que esperar pacientemente en València, donde lleva días ejercitándose en doble sesión con un preparador físico. La idea es mantener el tono para ponerse de primeras a las órdenes de Mendilibar, quien no ve el momento de que así sea. Su presencia en la ciudad, no en vano, atendía inicialmente a su deseo y el de los granotas de que el gallego tuviese incluso tiempo para subirse al avión que viajó ayer con destino a tierras holandesas.

"Es muy difícil que vuelva. Estoy orgulloso de los que están, los que no, que sigan su camino", aseguraba Braulio Vázquez, director deportivo del Valladolid, respecto a Diego. Este es el elegido para cubrir la marcha de Keylor Navas al Madrid, que entre esta semana y la que viene debe oficializarse a cambio del pago de los 10 millones de euros de la cláusula. El acuerdo de los merengues con el ´tico´ también es un hecho.

Mendilibar apuesta por Asier Riesgo (a quien ya tuvo durante dos años como pupilo) para completar la portería, a costa de la salida de Javi Jiménez vía cesión o desvinculación. Sin embargo, el riojano, que interesa por ejemplo a Las Palmas, se mantiene a día de hoy como el único meta del primer equipo que entrena con el vasco; Ovejero y Zagalá, del filial, han viajado a Ermelo pero uno de ellos (todo apunta a que sería el ex del Villarreal B) tendrá que volverse a Buñol en cuando llegue Mariño.

La salida a coste cero de Asier de Osasuna continúa sin producirse, por lo que el club no descarta quedarse como está (lógicamente contando con Mariño) o apostar por alguna otra de las alternativas que ofrece actualmente el mercado. De ser así, Javi Varas o el chileno Toselli volverían a cobrar fuerza a pesar de las trabas económicas que conllevan sus respectivas llegadas. El conjunto rojillo defiende la continuidad en nómina de Riesgo, cuyo contrato concluye en 2016, para ejercer como cancerbero titular en Liga Adelante.