No fue baladí la visita de Manolo Salvador este martes a la Ciudad Deportiva de Buñol durante el entrenamiento matutino. Se acercó hasta allí para hablar con Mendilibar y transmitirle la buena nueva, en lo que a negociaciones se refiere. Muchas de ellas vinculadas a la portería, cuyo futuro puede quedar resuelto más pronto que tarde. Con Keylor ya en la puerta de salida, a expensas únicamente de definir exactamente cuál es su destino, el Levante parece haber encontrado definitivamente a su sustituto o sustitutos. Porque igual no es uno, sino dos: Diego Mariño y Riesgo.

Quien más próximo se encuentra a día de hoy de Orriols es el gallego, internacional sub-21 y olímpico en Londres 2012. Los granotas ultiman los detalles de su incorporación, que sería la segunda esta temporada procedente del Valladolid después de la de Víctor Pérez. Mariño, de 24 años, recaló hace un año en Pucela procedente del Villarreal, que se guardó un opción de recompra de 300.000 euros a la que ha renunciado tras haber adquirido los derechos de Asenjo, y con Juan Carlos (otra de las opciones que en su día valoraron los azulgranas) previamente en nómina.

Como en el caso del mediocentro, las alternativas granotas pasan inexorablemente por abonar un pequeño traspaso o lograr los servicios del meta a préstamo, quien se comprometió con los blanquivioletas hasta junio de 2018. Para el gallego, eso sí, el levantinista es un tren que no puede dejar escapar después del descenso a Liga Adelante del Valladolid, en el que llegó a perder la titularidad en las últimas jornadas en favor de Jaime.

El 6 de octubre cumplirá 31 años Riesgo, que fue uno de los primeros nombres que Mendilibar puso sobre la mesa a su llegada al Levante. El vasco tiene dos años más de contrato con Osasuna, pero la inestabilidad institucional rojilla le ha llevado a abordar su desvinculación. De lograrla, si acaban cuajando unos contactos más complicados de lo esperado, el Levante le esperaría con los brazos abiertos.

Asier goza de la plena confianza del ahora técnico azulgrana a pesar de que en Osasuna le tuviera como suplente, a raíz de la espectacular irrupción de Andrés Fernández. De encajar temporal y sobre todo económicamente su llegada con la de Mariño, los de Orriols podrían incluso afrontar ambas, lo que al mismo tiempo obligaría a encontrar equipo (bien cedido o traspasado) para Javi Jiménez, único cancerbero del primer equipo con contrato y que ha iniciado la pretemporada del de Zaldibar.

Javi Varas, demasiado caro

Una vez truncado el posible fichaje del luso Eduardo, como consecuencia de la intromisión del Granada de Caparrós y la aparición del Dinamo de Zagreb, Manolo viró su objetivo de nuevo hacia el mercado nacional. En este también cogió fuerza la opción de Javi Varas, en la que el director deportivo trabajó hasta hace poco. Sus elevadas pretensiones (cobra casi 1,5 millones brutos) pusieron en clave de solfa el fichaje del sevillista, a pesar de que este tendrá que buscar acomodo por su público desencuentro con Emery, que a Beto ha sumado la llegada de Barbosa. En Chile vinculaban con el Levante a Toselli, internacional de Universidad Católica, pero no ha habido contactos.