Sin alzar la voz, a la sombra de Verza y Camarasa, José Mari se ha convertido en fijo en las alineaciones. De interior o pivote, que es donde Alcaraz le reubicó ante el Sevilla, va acumulando titularidades y también remates. «Hay que aportar todo lo que se pueda; cada vez que pueda probar suerte de cara a puerta lo voy a hacer», justifica el roteño, convertido en el granota con más acciones ofensivas protagonizadas en lo que va de temporada: seis, cuatro entre palos.

En 2014, durante su periplo en la MLS con Colorado Rapids, consiguió cuatro goles; el último, contra Salt Lake City. En Orriols, sin embargo, «se está resistiendo el balón a entrar, aunque antes o después lo hará», defiende el centrocampista, al que constancia no le falta. «El año pasado me costó entrar en el equipo pero trabajé al máximo para llegar a donde estoy ahora mismo. Ya acabé a buen nivel entonces y ahora espero continuar mejorando con el paso de las semanas». Por delante tiene su segundo y último año de contrato, y un reto a medio superar: «Cuando llegué, me dieron por todos los lados. Quiero cambiar la opinión de la gente sobre mi; es algo que creo que estoy haciendo poco a poco».

Por lo pronto, José Mari ha conseguido que no se le recuerde a todas horas su condición de representado de Rafita, que es a la vez el agente del técnico. Ha puesto el foco sobre su despliegue físico-táctico en partidos como el del viernes, ante el Sevilla, en el que no se cansó de recuperar balones: junto con Camarasa, con ocho, el que más robó del Levante. Su fiabilidad quedó refrendada con solo dos pérdidas en el cuerpo a cuerpo con Krychowiak y N’Zonzi, autor este último rel provisional 0-1. «En el saque de banda, no sé si se apoya Llorente con la mano en el control y nos quedamos pensando un poco que el árbitro va a pitar; luego, la verdad es que él mete un golazo», rememora el roteño.

A pesar de que inicialmente se había puesto cuesta arriba, José Mari está convencido de que los granotas perfectamente pudieron sumar los tres puntos en el duelo ante los hispalenses. «Competimos muy bien ante un equipo con mucho talento como el Sevilla, al que no tendremos tan a tiro como el otro día siempre. Fuimos superiores en la segunda mitad, mientras que la primera la dividiría en dos: en los 25-30 minutos iniciales tuvieron ellos el balón y las oportunidades, y a partir de ahí les encerramos nosotros aunque sin llegar a portería», analiza el medio, quien coincide con otros compañeros en que se dio «un paso adelante» y que «ojalá el Levante del segundo tiempo sea el que se vea a partir de ahora constantemente».

Ya con el «gran punto» logrado el viernes en el casillero, el roteño fija su atención en el próximo compromiso liguero. Será en casa del campeón y líder hasta ahora intratable de la competición: el Barça. «Es un equipo increíble, que te somete sobre le campo, que para eso se gasta tanto dinero, pero vamos a intentar rascar algo y además crecer como equipo, que no servirá para siguientes jornadas».