La presencia de Roger en la agenda del Crystal Palace no ha cogido desprevenido al Levante, que por el momento no ha recibido ofertas en firme que se acerquen a los ocho millones de su cláusula pero que está al día del interés que su delantero despierta en equipos ingleses, tanto de la Premier como de la First Division. Precisamente el Crystal termina de cambiar de técnico, por lo que habrá que ver en qué queda el interés por el granota, que para Pardew no era el primero en la lista y sobre el que en todo caso ahora debería pronunciarse su sustituto, Sam Allardyce.

En Orriols, donde se han mantenido cerca del jugador en las últimas semanas, mantienen la calma y no se alarman con los primeros cantos de sirena que llegan del mercado invernal. Saben perfectamente que tarde o temprano algún interesado acabará llamando a la puerta. Y en este sentido, eso sí, la postura del club es clara desde que se firmó la renovación el pasado verano. Solamente hay una posibilidad para que cambie de aires y no es otra que desembolsando alguno de manera íntegra lo que vale. Sus goles vienen con etiqueta de precio: ocho millones de euros.

La cláusula de rescisión, de hecho, fue uno de los asuntos capitales durante las negociaciones para mejorar y ampliar el contrato del punta hasta 2019. Si a la postre se accedió a ponerle una cantidad sobre el papel asequible fue para dejar claro también que por debajo no habría negociación posible. Por ese motivo desde entonces todos los sondeos al respecto han tenido la misma respuesta firme desde el Ciutat.

La política de exigir la cláusula de los futbolistas no es nueva. Por Keylor, Iborra, Martins o un entrenador como Luis García se terminó cobrando la integridad de su precio. En el caso de Oba, el nigeriano incluso tuvo que depositar los tres millones de la suya en la Liga. Antes que él, además, tanto el Wigan con Koné como el Lokomotiv con Caicedo tuvieron que apretar a fondo.

El magnífico arranque de temporada de Roger,

Roger clave en el liderato del Levante en Segunda División, ha llamado la atención de muchos clubes, entre ellos lógicamente los ingleses. En el Ciutat se han dado cita ojeadores siguiendo las evoluciones de uno de los jugadores que son fijos para Muñiz. Tras dos cesiones al Valladolid y una al Zaragoza, lo cierto es que el de Torrent se encuentra en el mejor momento de su carrera. Antes de explotar, curiosamente, el Córdoba ya estuvo por la labor de echarle el lazo y para ello trasladó dos propuestas firmes.

Satisfecho por cómo están yendo las cosas, el futbolista sigue intentando mantenerse al margen de la rumorología sobre su futuro, en especial en estos días de vacaciones. Salvo cambio radical, en el Levante consideran que lo más normal es que termine la temporada de granota y que en verano se vuelva de nuevo a abordar su situación, también ante la posibilidad de que sea uno de los referentes en Primera si el equipo al final logra el ascenso.

Más que en Roger, las miradas están puestas en Rafael y Casadesús, los delanteros que parecen en la rampa de salida si al final ponen encima de la mesa alguna alternativa para cambiar de aires en busca de minutos. El adiós de uno de los dos precipitaría la llegada de competencia directa para el Pistolero.