Detrás del Quico Catalán presidente que este domingo anunció el adelanto de las elecciones y la prórroga de su mandato está el Quico Catalán persona. Un granota que se las ha visto de todos los colores y que antes de llegar al punto de alargarse hasta 2024 estuvo a punto de dejarlo. Alguien que se siente cómodo hablando en clave levantinista y que, tras cerca de una hora con más conversación que preguntas, termina por enseñar su lado más íntimo.

"No sé si lo he dicho alguna vez, pero lo voy a decir ahora. Yo, todos los partidos que jugamos de la Europa League, todos, absolutamente todos, lloré. Lloré de felicidad y de satisfacción. Cuando se ponía el himno no sé qué me pasaba que me derrumbaba. Me acuerdo perfectamente en Helsingborg, cuando matemáticamente nos clasificamos para la siguiente fase, que lloré abrazado a Manolo Salvador", rememora. Y continúa: "Lo bonito de la Europa League es que veía los partidos de pie, sin protocolo, íbamos a disfrutrar cada partido. Y eso es tan bonito que soy el primero que no va a quitarle a nadie esa ilusión. No vendo motos: la ilusión del Levante es volver a vivir ese momento, pero tenemos que ser conscientes de que el mayor regalo es estar en Primera División. ¿A cualquier precio? No. Pero que disfrutemos de las cosas. Y no pensemos que por estar en el nivel 12 del fair-play sí o sí nos tenemos que quedar en Primera. El año pasado han bajado equipos con más dinero que nosotros".

Este martes, en edición impresa, cuatro páginas de entrevista íntegra.