No se trata de una final y pese a la importancia de los puntos en juego lo cierto es que ni se le parece. Pero, más allá de que el resultado, sea cual sea, no va a ser definitivo para nada, la cita de hoy con el Valladolid está lejos de ser una más. Para el Levante UD. Como avisa Paco López, similar a los que la temporada pasada ante el Las Palmas o el Málaga fueron un golpe sobre la mesa para salir disparados hacia arriba y olvidarse de lamesa angustia del descenso Y una oportunidad, de paso, para que equipo y afición hagan piña, tanto por la conveniencia de sumar como sobre todo por la necesidad de hacerse fuertes ante los dos escándalos de los que los granotas han sido víctimas la última semana. Primero el no penalti de libro que se zampó el VAR en el Metropolitano y después la injusticia deportiva de rechazar el recurso contra la alineación indebida de Chumi en la ida de Copa en favor del todopoderoso Barcelona.

Sobran los motivos, desde luego, para que el Ciutat se ponga esta tarde las pinturas de guerra y que tanto afición como equipo saquen el orgullo granota que llevan dentro. Y es que este es el momento más difícil desde la derrota que precipitó el cambio de sistema y lo mejoró todo en la primera vuelta. Fue, precisamente, a raíz del partido en Zorrilla contra un Valladolid que por obra y gracia del calendario asimétrico es hoy el primer visitante en el Ciutat de la segunda. Un rival directo por la permanencia, requisito mínimo que hay que cumplir y con el que la ventaja se ha reducido. Cinco jornadas seguidas sin victorias han alejado a los granotas de Europa y subrayado la necesidad de ajustar automatismos en fase defensiva.

Después de enfrentarse a los dos primeros de la clasificación, un Atlético al que puso contra las cuerdas y un Barcelona ante el que, todo sea dicho, al equipo de la Copa le pesó tanto el balón como el escenario, el cara a cara ante el Valladolid coincide también con el cansancio acumulado y las lesiones. El faro del juego, Campaña, viene igual que Bardhi de zamparse la eliminatoria de Copa, aunque teniendo en cuenta que Rochina y RochinaVukcevic, es en el centro de la defensa donde peor pintan las cosas con la lesiones de Chema y de Sergio Postigoprecisamente en Can Barça. A la espera del fichaje de un central, una auténtica necesidad, la posibilidad de volver al 4-4-2 está sobre la mesa. La presencia en la lista del canterano Manzanara, que ya se estrenó en Huesca, es otro recurso para reforzarse por el medio. Y Coke, central izquierdo de urgencia, quien cuenta con más papeletas si se mantiene la línea de tres para acompañar a Cabaco y Róber Pier.

Por suerte, arriba las cosas pintan mejor. Roger ni viajó, mientras que RogerMorales después de que ni se corriera el riesgo de sacarlo de la recámara tal y como se pusieron las cosas. Las molestias de Boateng, descarte por precaución, se sobrellevan así mejor. El Comandante y el Pistolero, salvo sorpresa, volverán a ser la pareja de artilleros, con Mayoral apretando en el banquillo.

El exlevantinista Sergio González, por su parte, no podrá contar con Nacho ni Alcaraz, ambos sancionados, por lo que también introducirá cambios en un once en el que ya avanzó que debutará Moi, mientras que en el centro del campo podría optar por Borja o Anuar. Según declaró el técnico, esta temporada se necesitarán «más de 40 puntos» para salvarse, motivo por el que tanto para Levante como Valladolid se hace más necesario puntuar, sobre todo delante de «rivales directos».

Ivi, lesionado, tampoco podría jugar por la cláusula del miedo, aunque en realidad no cuenta para Sergio y su futuro pasar por volver a un Segunda. Sí que está disponible el turco Enes Ünal, que como temporero levantinista sólo marcó un gol.