El VAR no se libra de la polémica. Rondaba la hora de partido cuando Jorge Molina se fue al suelo y el árbitro catalán Estrada Fernández señalaba sin dudar el punto de penalti del área granota. La jugada arrancó con un despeje de Clerc que tocaba Jason y aparentemente fuera del campo era salvado por Damián Suárez, que con un cabezazo introducía el cuero en el área de Aitor. El veterano delantero del Getafe le ganaba la posición a Vezo en carrera, que supuestamente rozó a Molina de manera que el goleador se dejó caer, impactando en la pierna retirada de Duarte, al que le hacía de esta manera una clara falta. El colegiado debió de estimar que el roce de Vezo era suficiente como para justificar el piscinazo de Jorge Molina y señalar el penalti... o quizá pensó que fue Duarte el que golpeó al rival. Y el VAR, lejos de mandar a Estrada Fernández a ver la jugada en el monitor para salir de dudas y dando por hecho que comprobaron que el balón de Damián no llegó a salir por completo del terreno de juego, dio por buena la primera decisión del catalán, sentenciando a un Levante UD que hasta el momento y con 1-0 en el luminoso, tenía muchas opciones de lograr algo positivo en el partido.
