El Levante, después de la disputa de la jornada 24 de Primera División, se convirtió, con una media de poco más de once infracciones por partido, en el equipo que menos faltas realiza de la competición doméstica. Así lo plasmó en su página web LaLiga Santander, cuyas estadísiticas colocan al conjunto de Paco López en el fondo de la tabla de cuadros caracterizados por emplear la dureza en sus facetas tanto tácticas como de juego. Por delante de los granotas se encuentran Valencia y FC Barcelona en una distancia muy reducida. Concretamente, a dos y a cuatro infracciones respectivamente.

Polo totalmente opuesto vive el Getafe con 458, cuya principal virtud hace que se encuentre como el club más duro del campeonato por encima de cuadros como Alavés o Espanyol, quienes pelean por metas contradictorias a los de Bordalás.

Si de faltas se trata, situación parecida experimentan en el apartado de tarjetas amarillas, ya que se hallan cuartos por la cola aunque sin tanta diferencia con los que se posicionan por encima de los azulgranas. En la sección que existe entre el Levante y el decimoséptimo, que es el Celta de Vigo, la distancia es de 18, y conforma las plazas van ascendiendo, la sangría aumenta con rasgos considerables. De hecho, entre el Getafe, primer clasificado, y los de Orriols, último, hay casi 200 faltas de por medio. Situación que evidencia que el fútbol que practican en el sur de la capital es totalmente antagónico al que se respira en las entrañas del Ciutat de València.

El estilo de Paco López se basa en la velocidad a la hora de ejecutar transiciones, focalizar la misma circulación potenciando la subida de los laterales y busca acumular el máximo número de hombres arriba a la hora de finalizar jugadas. Siempre con el dominio del esférico como punto de partida. Pese a ello, es el cuadro que menos intensidad emplea en sus duelos. Una estadística entre el defecto y la virtud.