Cuando Morales marcó en El Sadar el último gol de jugada, el mercado continuaba abierto y el objetivo era fichar a un delantero con la calderilla de la operación salida. El equipo aún no había enlazado tres jornadas pasando la mano por la pared (Sevilla, Real Madrid y Athletic). Tampoco las dos siguientes, en las que el remedio para perforar la portería rival fue el balón parado (Roger de penalti al Celta y Vezo tras un córner de Bardhi al Granada). El tiempo ha demostrado porqué se apuró hasta el último día por un 'nueve'. Pudo haber sido Budimir, que este miércoles ha reconocido en su presentación que recibió la llamada de Osasuna «por la tarde» del 5 de octubre y que tuvo que firmar su contrato online. El croata estaba encima de la mesa, pero para los granotas era necesario que Sergio León se fuese al menos cedido. No quiso.

Budimir no era la única alternativa, pero cualquier plan B pasaba por aligerar la masa salarial. Con la rescisión de Luna no era suficiente. Ni siquiera con el adiós de Hernani, cuya salida se daba por hecha pero seguía siendo insuficiente. Cuando sonó la bocina del plazo, el margen era de apenas 300.000 euros. Tras la cesión de Hernani al Al Wehda, no se acerca al millón. A Sergio León se le arrancó un compromiso para volver a ver su situación en enero. Si la falta de gol se prolonga, la intención del club es volver a la carga.

Y es que el partido en Granada, con 19 remates pero sólo 4 entre palos, ratificó la necesidad de colmillo. Morales, que jugó tras una semana entre algodones, se frenó en Pamplona. Allí fue donde arrancó Roger tras su lesión. Dani Gómez se estrenó ante el Celta pero le anularon injustamente el gol. Y Sergio León, que quemó sus cartuchos en Mestalla, volvió a salir chamuscado. Para Borja Mayoral no ha habido sustituto y se le echa en falta, aunque su fuerte tampoco era el gol.

Para un equipo de sello ofensivo como el granota, cuyo portero fue el que más paró la temporada pasada, es un problema que solo cuatro futbolistas hayan marcado en las siete primeras jornadas: Morales (3), Roger (2), Melero y Vezo. La puntería está siendo un lastre. Koke encajó dos goles en Bilbao y Aitor lleva los restantes ocho en contra, si bien cuatro de ellos fueron los del debut en Mestalla. El equipo se ha estabilizado en la faceta defensiva pero no marca diferencias en zona de finalización. Además, la rotación se reduce a los titulares Morales y Roger. Pese al doblete con el que regresó de la selección sub-21, Dani Gómez aún no se ha cogido. Tampoco De Frutos, la revelación de la pretemporada, hoy con un papel muy secundario. De los hombres de segunda línea tampoco hay noticias. Y eso que Rochina y Bardhi son de los que más veces han tirado.

En un mercado lastrado por los efectos del Covid, el Levante cerró cuatro fichajes por 3,8 millones fijos y por necesidades económicas supeditó el resto de la planificación a no malvender a sus mejores activos pero estar preparados por si alguien venía con el taco. En lo que respecta a la delantera, ante la imposibilidad de repescar a Mayoral, se indagó en la vía francesa (Guirassy, Djitté y Mavididi). Se hizo oferta por Gaich, que la aprovechó para presionar al alza en Rusia. Y se consultó la situación de Stuani. Ciencia ficción con apenas 300.000 euros para pagarles.