Los tifosi han vuelto a hacer de las suyas. En concreto alguno, o algunos de ellos. De forma bastante lamentable. Desde el viernes circula por las redes sociales una imagen de una tumba de Marc Márquez, con dos fechas, la de su nacimiento, y la de este domingo, día de carrera en el Gran Premio de Italia.

Sabía Márquez que el recibimiento en casa de Valentino Rossi no iba a ser de lo más agradable, tras la caída que provocó en Argentina este año, y los precedentes con el título que perdió el italiano tras la patada de Malasia en 2015. Y de hecho ha rechazado guardaespaldas, algo que le propuso Dorna.

Si en 2016 llegaron a quemar un muñeco que representaba al piloto español, esta vez han ido más allá y además de las pancartas y de los abucheos, han dispuesto una tumba en la zona de acampada del trazado.

Una lápida con la foto de Marc con un chupete y la frase "ha llegado el momento de crecer", se complementa con las dos fechas, el nacimiento y la ficticia de su muerte el 3 de junio, un esqueleto encima de una camiseta de Honda.