No han pasado ni 24 horas desde la bandera a cuadros en el Gran Premio de Hungría de Fórmula 1 y, por tanto, del inicio de las vacaciones de verano del Gran Circo, y Aston Martin ya ha confirmado que Fernando Alonso competirá con ellos a partir de 2023, formando equipo con Lance Stroll. La firma de Gaydon se asegura así la experiencia y el conocimiento del bicampeón español para seguir desarrollando su proyecto, al que definen como ganador en un año más bien decepcionante. Alonso llega a una marca con mucho pedigrí, creadora de iconos como el DB5, el DB4 GT o el Vulcan, pero también con problemas económicos y con el reto de la electrificación por afrontar. Esta es Aston Martin, la marca a la que llega Fernando Alonso.

La compañía británica lleva varios años arrastrando problemas económicos. Es por eso que en 2020 aceptaron la propuesta de Lawrence Stroll, multimillonario canadiense y padre de Lance, para hacerse con el 16,7% de la marca, previo pago de 216,28 millones de euros, y, de paso, convertirse en su máximo accionista. Ese dinero permitía a la marca afrontar la producción del DBX, su primer SUV, y sumaba su experiencia empresarial tras conseguir su fortuna con marcas como Tommy Hilfiger y Michael Kors. Su llegada también abrió las puertas de la Fórmula 1 a Aston Martin, que abandonó el patrocinio del equipo Red Bull para formar su propio equipo con la estructura de Racing Point, la escuadra del canadiense.

AMG, la otra pata de Aston Martin

Desde la llegada de Stroll, Aston Martin ha apostado por seguir fortaleciendo sus relaciones con AMG, la división deportiva de Mercedes-Benz. La primera decisión del canadiense fue despedir a Andy Palmer, su CEO por entonces, para nombrar a Tobias Moers, CEO de AMG, como máximo responsable de la marca, aunque recientemente ha abandonado el puesto en favor de Amadeo Felissa, quien fuera CEO de Ferrari entre 2008 y 2016, la época en la que, precisamente, Fernando Alonso pasó por la Scuderia Ferrari. Desde hace unos años, además, la firma alemana proporciona motores V8 de 4.0 litros y doble turbo para modelos como el Vantage, el DBX y el DB11 V8, y en el futuro gran parte de la electrificación de la marca británica se llevará a cabo con tecnología alemana. 

Según su acuerdo, durante los próximos años Mercedes-Benz AG se asegurará el control el 20% de la firma británica -quedándose ligeramente por debajo de Stroll, que también incrementará su poder en la marca- a cambio de acceso libre a toda la gama de motores de AMG y a la tecnología y propulsores híbridos y eléctricos de Mercedes-Benz. La automovilística alemana no pondrá nunca dinero en efectivo en Aston Martin pero le permitirá impulsar sus economías de escala. La británica, por su parte, podrá acelerar su transición hacia la electrificación sin invertir grandes cantidades de dinero, algo que no se podrían permitir actualmente.

Desde la llegada de Stroll y el lanzamiento del DBX, su modelo de mayor éxito, Aston Martin ha mejorado sus resultados económicos y su rentabilidad, pero todavía no ha salido de pérdidas. En 2021, la marca perdió poco más de 260 millones de euros, mejorando desde los 624 millones de 2020.

La gama Aston Martin en España

En España están disponibles varios modelos de Aston Martin, concretamente el DB11, el Vantage, el DBX y el DBS, un SUV y tres superdeportivos con enfoques muy distintos. Mientras el DBS es el gran turismo definitivo, el Vantage es su opción de acceso, desde 178.000 euros, quedando el DB11 en el medio de la gama y el DBX como su primera aventura en el segmento SUV.

El DB11 se ofrece con dos opciones de motor, con el V12 de 5.2 litros biturbo tradicional de Aston Martin, entregando 608 CV de potencia y 700 Nm de par, o con el V8 biturbo alemán de AMG de 510 CV y 685 Nm de par máximo. Con este último motor, el DB11 está disponible con carrocería cupé o Volante, es decir, descapotable.

El DBS, por su parte, solo se puede comprar con el motor más grande de la marca, el V12 de 5.2 litros biturbo, aunque en su caso ofrece hasta 725 CV y 900 Nm. Es el coche más radical de la marca, sin contar el hiperdeportivo Valkyrie, y el más caro, desde 274.995 euros, y también se fabrica en carrocería cupé o Volante.

El pequeño de la familia, el Vantage, es el que más opciones ofrece en cuanto a versiones. La gran mayoría, la cupé, la Roadster, y la F1 Edition, disponible también como cupé o Roadster, montan el V8 alemán, en su caso con 510 CV, 535 CV para la versión F1 Edition. Para 333 afortunados en todo el mundo, Aston Martin se guarda un as bajo la manga en forma de Vantage V12, con su motor más icónico alcanzando 700 CV y 753 Nm de par, suficientes para alcanzar los 100 km/h en 2,4 segundos. Se entrega con múltiples componentes exclusivos y un pack aerodinámico que garantiza 204 kilos de carga aerodinámica.

Finalmente, el DBX es su primer SUV, su coche más demandado pese a no ser el más barato -desde 221.015 euros-. Su primera interacción con este segmento llega de la mano de un todocamino de diseño reconocible propulsado por el V8 alemán, con 550 CV en su versión estándar y nada menos que 707 CV de potencia para la versión 707, plagada además de elementos exclusivos como llantas de 22 pulgadas y mucha fibra de carbono.