Pepe Rodríguez es cocinero y eso se respira cuando estás junto a él. Habla de cualquier alimento con ilusión por todo lo que le hacen sentir a él los sabores. En este caso lo hace de forma especial de los turrones y su gremio. Tiene el restaurante 'El Bohío' en Illescas (Toledo) con una Estrella Michelín, repite como jurado en todas las versiones que se han hecho de 'Masterchef' y además, se atreve a dar las campanadas. Lo hará junto a Anne Igartiburu y Jordi Cruz y aunque le apena no poder pasar ese día con su familia sabe que habrá otros en los que sí podrá hacerlo.

Niñero y padrazo es lo que se extrae de sus palabras y aunque por su profesión no pasa con sus hijos todo el tiempo que debería, intenta disfrutar cada instante con ellos. Está casado con Marivi desde hace 17 años, quien tiene una empresa de fundición de hierro y a su lado tiene tres hijos, dos niñas que son Manuela y María de 14 y 7 años y un niño, Jesús, de 11. Ahora podemos verle en televisión rodeado de famosos, siendo jurado de 'MasterChef Celebrity' y se ha atrevido a mojarse en varias polémicas como la salida voluntaria de María del Monte o la polémica protagonizada por El Cordobés y Fernando Tejero.

-Estamos rodeados de turrones...

-Estamos inaugurando la Navidad y una vez que llegan los turrones a la mesa es que ha llegado la Navidad a este país. Hay que apoyar a la industria turronera que da el pistoletazo de salida a todos los productos que además tienen una larga tradición en España, para colocarnos en toda la mesa. Hay una gran variedad de productos extraordinarios donde la miel y la almendra son los protagonistas, que es con lo que se elabora el turrón. También los hay con otros muchos formatos, con otros ingredientes o con otras texturas. La industria turronera se va adaptando a los nuevos tiempos, hay tradición y hay vanguardia dentro del turrón. No sé si habrá alguna mesa en España dónde no haya un turrón o un mazapán en estas fechas.

-¿Eres muy de dulces en Navidad?

-Sí, soy muy de dulces pero me controlo porque me pongo hecho un oso y como de todo. Siempre acabas picando, soy muy maniático de los sabores y ahora he descubierto uno aunque no digo marca para no molestar al resto pero hacen unas mezclas maravillosas y actuales. Esto me parece una evolución dentro del turrón extraordinaria. Si me tengo que comer uno de yema me como un trocito, si me tengo que comer uno del duro me como un trocito pero si tengo que probar otros de otros sabores, como de coco thai, un poco picante, de chocolate suflado, pues me como un saco (ríe).

-Te veremos de nuevo dando las campanadas, ¿Cómo recibiste la noticia de que vuelvan a confiar en vosotros?

-Allí estaremos. Muy bien y contento, no es una cosa en la que piense pero es un momento tan único y tan bonito. Es la transición de un año donde todo el mundo está concentrado en su tele para felicitarse y tú eres el protagonista para darle la bienvenida al año. Si fuese todos los meses diría que este mes no lo hago pero es una vez al año o incluso una vez en la vida y encima esta es la segunda vez que lo hago, lo hago gustosísimo y recibí la propuesta con mucho cariño.

-Siendo la segunda vez, ¿Cómo lo afrontas este año?

-Tampoco estuve muy nervioso la primera pero ahora ya sabes por dónde va , sabes dónde colocarte y todo eso. Estaremos más distendidos si es que lo estuvimos la primera vez y estaremos cómodos y a gusto. En las campanadas Anne llevará la voz cantante que para eso es la que sabe y Jordi y yo seremos su fieles escuderos (ríe).

-¿Qué tal para vosotros estar con ella?

-Anne es majísima, hemos estado haciendo fotos para prensa y grabando el spot que saldrá luego en televisión para anunciar que damos las campanadas. Ella nos lo facilita, nos dice que estamos entre amigos, que disfrutemos del momento ósea que muy bien con ella.

-Allí os dejan llevaros a alguien, ¿Tú te llevas a alguien o prefieres estar solo?

-La primera vez que las dimos estuvo mi mujer conmigo pero luego aquello es lo que es. Llegas a las 6 de la tarde, es un espacio en el que vas a grabar y no tiene nada que ver con la fiesta que puedes hacer en tu casa que es mucho más alegre. No sé si mi mujer este año me querrá acompañar durante las campanadas porque la otra vez se heló de frío, que haga lo que quiera pero no te puedes llevar a los niños porque no es un sitio para ellos. Eso está lleno de gente, que si el cámara, que si los cables...

-¿Ellos no te lo han pedido?

-No, porque no es el sitio para ir en familia, es un sitio al que vas a trabajar.

-Verte si te verán al menos...

-Eso espero porque si ya ponen otra cadena me los cargo (ríe).

-¿Qué te dicen ellos?

-Son pequeños y además tengo de varias edades. Mi hija mayor lo pasa fatal porque dice que al ser famoso los niños se meten con ella y en cambio, la niña pequeña lo normaliza porque ha crecido viéndome en la tele. La mayor está en una edad tonta, con catorce años y la pequeña no ha conocido otra cosa. Cada uno lo vive de una manera, a unos les hará especial ilusión y otros lo verán normal porque lo han vivido desde siempre. Es normal, son pequeños.

-¿Te está costando lidiar con la adolescencia de tu hija mayor?

-No te imaginas, qué edad o qué hija, no sé si esto ocurrirá en todas las casas. No recuerdo si cuando tenía catorce años estaba así de memo, de bobo, de raro, de cambiante pero mi hija es especial eh. Mi hija mayor está terrible con la adolescencia y yo lo llevo fatal.

-Aún será peor cuando te presente el novio más adelante...

-No toques ese tema te lo pido por favor (ríe).

-¿Alguno apunta maneras?

-Mis hijos apuntan maneras para comer porque comen como limas pero no son de meterse en la cocina. La pequeñaja alguna vez me pide que la deje batir algo.

-¿Samantha tiene celos de no estar con vosotros en las campanadas?

-No sé si tiene celos ella de nosotros o nosotros de ella porque se va al Caribe a pasar esa noche con los niños. Los que estamos celosos somos Jordi y yo, que nos toca trabajar ese día.

-¿Cómo estáis viviendo esta nueva etapa de ‘MasterChef Celebrity’?

-Encantados de la vida porque tenemos mucha suerte, es un programa que después de cuatro años sigue funcionando igual o mejor que la primera vez, estamos como locos. Estamos deseando hacer una segunda edición de Celebrities.

-¿Quién te ha sorprendido más?

-Me han sorprendido casi todos porque no tenía relación con ninguno. Para mí ha sido un descubrimiento Miguel Ángel Muñoz porque es un camaleón, que se adapta a cualquier cosa, si le pones a hacer turrones acaba siendo uno de los mejores turroneros de este país.

-Parece que es perfecto...

-Es que es un superviviente, es un personaje y hay que conocerle. Me ha sorprendido para muy bien Cayetana Guillén Cuervo porque la veía por la tele como una engreída y para nada es así, es deliciosa, trabajadora y la tía más normal del mundo. Pensaba que daba clases todos los días de teatro y de cine a todo el mundo, que iba con un aire de superioridad pero nada de eso, es muy humilde.

-Ha dado imagen de alguien muy humano que no tiene problema con nada...

-Problemas de nada, de ponerse a fregar, a limpiar y a currar de verdad. La tele tiene esto, a veces juzgas a un personaje pero hay veces en las que no coincide con la realidad.

-¿Cómo vivís los rifirrafes que tienen entre ellos?

-Muy divertidos. Loles y Fernando Tejero son extraordinarios, están todo el día metiéndose el uno con el otro y eso me parece bien. El pique de Fernando con El Cordobés me parece divertidísimo porque El Cordobés que es encantador está todo el rato detrás de su mujer y tienen un rollo muy dulce. Fernando, decía que estaba harto de las parejas que se llevaban tan bien. Me parece muy cómico y muy televisivo pero llevaba razón Fernando diciendo que qué pasaba, que ya está bien y que si nadie se podía llevar mal. Me parece muy bonito.

-¿Qué te pareció la salida de María del Monte?

-No entendí la salida de María del Monte, ella dijo que el jurado teníamos cara de acelga pero no, el programa le vino grande y le vino grande cocinar. Al final se crea un estrés, hay mucha tensión, se trabaja mucho y así se les exige y ella diría, ahí os quedáis y que os den morcillas. Ella esperaba ir a la cocinita de la Nancy, es que no conocía el programa.

-¿A quién te gustaría tener en futuras ediciones?

-No lo sé, cualquiera que viniera a divertirse, a pasárselo bien y que viniera a aprender. No tengo idealizado a ningún famoso pero si puede ser una modelo me parecería bien (ríe).

-¿Estáis rodando 'MasterChef Junior'?

-No, ya está rodado y terminado.

-¿Qué hace que sigas con la misma ilusión después de tantas ediciones?

-He descubierto un mundo precioso, voy a rodar casi como cuando voy a entrar a la cocina donde nunca he visto horas porque se me pasaban volando al hacer algo tan bonito. En la tele he descubierto un mundo que no me pesa nada, estoy encantado y grabaría toda la vida ‘Masterchef’. Cuando entro al plató siento que estoy entrando a un sitio sagrado, me siento muy a gusto y muy en mi casa, haría mil versiones de ‘Masterchef’.

-¿Cómo llevas la fama?

-A la fama no hay que darle mucha más importancia, a la fama te acostumbras y lo normalizas. Te acostumbras a que te paren o a que te pidan una foto, igual es algo pasajero o igual es para toda la vida. Hay que darle naturalidad.