A Lolita Flores (Madrid, 1958) no hace falta presentarla porque ya nació artista hace más de seis décadas. Un tiempo en el que ha aprendido que llevar un apellido que pesa tanto como el de Lola Flores puede ser un privilegio, pero conlleva también trabajar duro para dejarlo bien arriba, como ella lo dejó. Y es lo que viene haciendo en la música; la interpretación, ya sea en el cine (ganó en 2002 un Goya por su papel en 'Rencor'); el teatro (inolvidable su monólogo 'La plaza del Diamante'), en las series ('Centro médico', 'La que se avecina') o en diferentes programas (hilarante como jurado en 'Tu cara me suena'). Ahora es una de esas mujeres que nadie ve en la serie 'Las invisibles' (SkyShowtime).

Vuelve a participar en una serie, algo que no hacía desde 2018, en ‘Centro médico’ y lo hace con una... ¿necesaria?

Yo creo que sí. Primero, porque dignifica y le pone voz a esas camareras de hotel que son invisibles. Y la gente va a tomar conciencia. Y luego da visibilidad a mujeres que tenemos una cierta edad, que todavía tenemos cosas que contar, que todavía podemos atraer el amor a un hombre, que todavía podemos hacer mucho por esta sociedad...

"Espe , al ser una persona anónima, puede saltarse las normas, cosa que le envidio"

Hábleme de Espe, una mujer con garra, que parece tener mucho de usted. ¿Qué le gusta de ella?

De Espe me gusta lo madre que es, lo abuela que es, lo curranta que es, lo clara que es, lo descarada que es..(ríe). Cómo se salta las normas, a veces, y al ser una persona anónima, puede hacerlo, cosa que le envidio.

Es una mujer pasional que aguanta un trabajo tan duro a base de Iboprufeno y con resignación un marido que no la llena.

Y luego está lo de su hija. Creo que todos hacemos de tripas corazón, la procesión va por dentro y de cara a la galería a veces tienes que poner una sonrisa aunque por dentro estés llorando  Es lo que pasa en la vida real y esta serie muy real. Todas las actrices desprenden realidad, verdad, frescura.

Para lograrlo han contado con el asesoramiento de la asociación de limpiadoras las Kellys.

Sobre todo con Rocío, que ha sido camarera de piso durante muchos años, que nos enseñó cómo se hacían las camas. Los colchones y los carritos pesan muchísimo, y todo por dos euros la habitación. Y todo eso se ve en la serie. Hay gente que deja las habitaciones hechas una guarrería y tienen que ir a quitarles sus mierdas. Hay otras que no, que dejamos las habitaciones bien. Hay de todo. Desde clientes que se ponen en la piel de las camareras, a clientes que las tratan….

Isabel (María Pujalte) dice: "Se me escurre la vida limpiando retretes". Y eso sirve para que Espe haga un cambio en su vida.   

Le sirve para dar el paso que no quiere dar. Vamos a dejarlo ahí

Se dice que a partir de los 50 las mujeres son invisibles. No es su caso.

Una mujer deja de ser visible cuando ella no se ve. Te puedes ver guapa no solamente por el amor de un hombre. Te puedes ver guapa, atractiva con tus amigos, con tu familia. Y no solamente arreglarte para conquistar, sea un hombre, una mujer o a gato. La mujer va a ser mujer siempre y con la edad que tenga. Siempre hay un roto para un descosido. Una tiene que tener seguridad en sí misma y estar bien para poder mostrarse bien a los demás. Pero primero para una misma. Hay que arreglarse para una, retocarse para una, ir Ir a la peluquería a quitarse las canas para una, hay que vestirse como a una le apetezca, como una se vea guapa... Es como cuando sales a un escenario. Cuando no te crees lo que estás contandoo, no puedes transmitirlo. ¡Hay que entrar en los sitios como la reina de Saba!

"Le pedía al universo ser abuela. Y el universo y Dios me lo han concendido"

Y usted ha entrado en esa etapa personal en la que disfruta su papel de madre y abuela.

El papel de Espe también es un poco eso: ella hace todo por su hija y está criando a su nieto, ya que está fuera del país por cosas que se cuentan en la serie. Yo lo he dicho hasta la saciedad en las entrevistas de hace seis o siete años: lo que más le pedía al universo era ser abuela. Y el universo y Dios me lo han concedido. Me casé para ser madre y lo fui. Tengo dos hijos maravillosos y dos nietos estupendos. Y tengo la oportunidad de meterme en la piel de muchas mujeres que no tienen eses privilegio. Que a veces es un privilegio y a veces es un martirio. Pero vamos a pensar que es un privilegio. O al menos yo lo quiero ver desde ese punto de vista.

Los jóvenes luchan contra el racismo, la homofobia..., pero cultivan el edadismo.

Ya llegarán. Lo cultivan ahora, pero no van a ser siempre así. Ya caerán. La mejor experiencia que puede tener una persona es tropezar ella misma con sus palabras, con sus actos y aprender de esa piedra.

Las protagonistas de 'Las invisibles', en un momento de la serie. PAULA TUDELA

Otra frase: "Dejamos de ser jóvenes cuando dejamos de bailar". Usted no ha dejado de hacerlo nunca. Y de disfrutar. Y eso transmiten en los bailes que coronan cada capítulo.

Te puedo decir que yo no he disfrutado tanto, porque llevo toda mi vida bailando sola. Y bailar una coreografía para mí ha sido difícil. He llorado muchas veces, ¿eh?, porque por culpa mía se paraba a veces la escena.

Vaya por Dios...

Es que llevo muchos años bailando sola encima del escenario. Y soy un poco disléxica: lo de la derecha y la izquierda lo llevo mal a todos los niveles.

Sin embargo, con esos bailes, las camareras se sienten libres.

Son momentos de ensoñación. El personaje de Elena Irueta va contando la serie y es así como le gustaría vernos a sus compañeras. Porque nosotras salimos al balcón y vemos a gente bailando disfrutando y ella desde el cielo nos ve como le gustaría: al otro lado.

"'Tu cara me suena' es un programa que me ha dado mucha popularidad"

Donde sí la vemos disfrutar mucho es con 'Tu cara me suena'. Defiende su papel como jurado con las uñas.

Mi silla la defiendo. Mientras que esté sentada ahí, sí. Es un programa que me ha dado mucha popularidad. Con él creo que la gente me ha conocido mucho más de lo que me conocían. Además, me divierto mucho. Tengo unos compañeros fabulosos. En todos los trabajos que he hecho me he encontrado --con excepción de alguno-- compañeros maravillosos. Lo mismo en las series, que en la tele, en el teatro, en el cine y en la música. Soy una gran privilegiada en ese sentido. No sé si es por mi carácter o porque he tenido esa grandísima suerte….

Lo que se cosecha se recoge.

Yo soy como soy. Habrá alguien a quien le caiga mal y gente a la que le caiga bien. Pero he tenido esa suerte. He trabajado con mucha gente y no he tenido problemas con casi nadie. Siempre hay algún garbanzo negro, pero el cocido ha salido bueno.

Ha coincidido en varios proyectos con su hija, Elena Furiase. ¿Le gustaría repetir? 

Elena está ahora en la serie de Telecinco 'Historia de una venganza'. No me importaría volver a coincidir, pero creo que es una mujer que puede demostrar lo que vale por sí sola.

Siempre dice sentirse orgullosa de su madre, Lola Flores, pero Lola también lo estaría de usted.

Lo que intentamos mi hermana Rosario y yo por todos los medios es que el apellido Flores, que mi madre trabajó mucho para dejarlo muy arriba, dejarlo muy dignamente en el sitio que le corresponde. Ya haga 'Las invisibles' o 'Tu cara me suena',