Transcurría la jornada 31 de la Liga, el Villarreal visitaba Mestalla y era quizá la última oportunidad para discutirle la tercera posición en la tabla, pero ocurrió algo inesperado. Esa tarde, el Valencia goleaba 5-0 a ese submarino que empezaba a dar muestras de que a duras penas le llegaba para sacar el periscopio a pasear. El Madrigal, como tantos otros en época de opulencia sin desestimar al Valencia, ha vivido por encima de sus posibilidades y ahora lo está pagando. La diferencia es que aquí, en Mestalla, el equipo ha sido capaz de mantener un nivel alto pese a la fuga de talentos, incluso ha mejorado sus números temporada a temporada, lo que le ha permitido marcar diferencias con todos esos clubes que de salida aspiraban a esa tercera posición. Es un mérito que algunas veces puede haber costado reconocerlo, pero en general no se le niega a este Valencia de Unai Emery. Otra cosa es que como objetivo levante más o menos pasiones.

Favorito

Por primera vez en bastante tiempo, por todos esos condicionantes, el color blanco y negro es favorito en un partido en El Madrigal. El Valencia se lo llevará si sale con mucha intensidad, muy metido en el partido y es capaz de acertar a la primera, más o menos como en el derbi ante el Levante. Pero ojo, porque el partido no está ganado y el peor enemigo ante un equipo tan dolido y extramotivado como estará el Villarreal es no poner lo que hay que poner.

50 euros

Seguramente habría recaudado bastante más el Villarreal poniendo las entradas para valencianistas a 25 euros que a 50, pero hasta en momentos económicamente tan delicados como el que vivimos hay cosas que duelen más que el dinero. Lástima por el espectáculo y la rivalidad entendida sólo como deporte, sin más. Pobre fútbol.