Lo mejor que le podía pasar al derbi copero es que ambos llegaran con ganas. El Valencia pretende purgar en Mestalla la horrible derrota ante la Real, mientras que el Levante necesita recuperar la autoestima para afirmarse en el equipo revelación. El partido contiene todos los ingredientes de un duelo de alta intensidad. El entorno blanquinegro es prudente, mientras que el granota ve el derbi con distancia, o sea, si gana bien y si pierde también. La temporada del Levante pasa por la Liga más que por la Copa, aunque lo pondrá muy difícil en la ida para que la vuelta deje al menos una buena taquilla en Orriols. En cambio, un nuevo tropiezo de los de Emery será como una ´nit del foc´.

Estratégico

Está en juego la semifinal, pero no una cualquiera, sino ante el Barcelona o el Madrid, con lo que significa tanto dentro como fuera del campo. Parece que el duelo táctico entre Unai Emery y Juan Ignacio Martínez será como una clase de la escuela de entrenadores. JIM aprendió la lección el pasado 5 de noviembre en el Ciutat en el enfrentamiento liguero. El técnico levantinista se vio sorprendido en el centro del campo. Ahora cuenta con menos efectivos que entonces y el equipo no está de dulce como hace dos meses. Pero su motivación está intacta.

Indolencia

Lo peor que puede hacer el Valencia es tomarse la eliminatoria con ese aire de superioridad que le coge de vez en cuando ante rivales cómodos, sobre el papel, como el sábado con la Real Sociedad. Aunque supongo que el jueves se dejarán esas rotaciones peligrosas. Por lo que Emery saldrá con todo, quiero decir, con Soldado, Albelda, Jonas e incluso Miguel si no estuviera lesionado.

Cordura

Hablemos de Miguel. Por si alguien tenía alguna duda, el sábado quedó claro que Miguel es necesario ahora. Si llega Van der Wiel, ya no. Pero ante la posibilidad de que el sustituto del holandés sea Barragán, es un buen plan plantearse la renovación del portugués. Otra cosa es que el futbolista acepte.

Coincidencia

El Levante quiere a Botelho pese a ser detenido ayer por dar positivo de alcoholemia en Madrid. La confianza de Juan Ignacio Martínez es clave para recuperar un jugador que prometía.

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