Hoy vamos a pasar. Con dos golitos nos basta. O con tres si el Atleti nos hace uno. Pero tanto si son dos como tres, podemos lograrlo. Los de Simeone se olvidaron de cerrar la eliminatoria en el Vicente Calderón y ahora le toca jugar al viejo coliseo de Mestalla. Y este coliseo añejo con sabor a acequia sabe perfectamente lo que se lleva entre manos. Son ya muchas batallas y muchas décadas dando la cara. Mestalla no necesita a nadie para motivarse. Cuando esta noche comience el partido comprenderán de lo que les hablo.

Unai, no metas la pata

Querido míster: hoy vas a ver cómo anima el estadio sin necesidad de que nadie le diga lo que tiene que hacer. Y si anima es porque lo siente... nada que ver con tu errónea perorata de hace un puñadito de días. Hoy, estimado Unai, disfruta del que fue tu estadio —bueno, todavía lo es— y no pienses en absoluto que lo que vas a presenciar tiene algo que ver con lo que dijiste. No te equivoques ni metas la pata. Mestalla está a años luz de ti, de mí y de los que vengan. Mestalla se las arregla solo. Tiene alma propia.

La mentalidad

Llevo varios días paseando niños por la calle y me encuentro valencianistas anónimos, de esos que son fieles por la cara, por puro sentimiento. ¿Y tú qué crees que va a pasar, Vicent? Lo preguntan con una expresión en la cara mezcla de ilusión y respeto. Y miren, como los valencianistas anónimos me llegan al alma, yo les contesto sincero. ¿Cuántos partidos habéis visto en Mestalla —o por la tele si la pasta no os llega para ir al estadio— que acaben con dos golitos de ventaja a favor del Valencia? Un montón, ¿verdad? Pues eso, tíos, que dos goles no son nada y hoy jugamos doce o trece contra once. Mestalla vale por uno o incluso por dos más. Yo me lo creo.

La defensa

Importante no encajar ningún gol. Más que nada para no tener que hacer tres golitos en lugar de dos. Así pues, a los designados para la gloria en defensa, yo les ruego encarecidamente que no hagan el bobo. Si hay problemas, el balón a la grada. Despistes los justos. Es decir, ninguno. Hoy, tíos, nos debéis una actuación redonda.

El efecto Canales

Creo en este chaval. Me encanta. Y estoy convencido de que toda la mala suerte que ha tenido esta temporada se merece un premio final importante. ¿Y qué mejor premio que terminar esa temporada jugando una final? Miren, Canales tiene más fútbol en sus botas que cualquiera de sus compañeros de vestuario que no anden tocados. Quizá esté aún falto de ritmo, pero si es así que Emery nos ofrezca el ritmo de Canales al inicio del partido. Si lo saca en el minuto 69 igual ya es tarde. Para mí no hay duda: Canales titular.

El efecto Falcao

El goleador del Atleti es un crack dentro del área, un depredador con un olfato increíble. ¿Cómo le paramos? Pues yo le diría a mis defensas que no le dejen acercarse al área. Es decir, si dominamos el partido anulamos a Falcao. Quedarán, eso sí, las jugadas a balón parado. Y en este punto no cabe despiste alguno. Hay que pararle como sea.

Un paso al frente

Ya hemos dicho que es el día de Mestalla, pero también de los jugadores. Lo de Unai lo dejo al margen. Un día para que todos los que se sientan grandes jugadores den un paso al frente y presenten sus credenciales. Hoy es un día para jugadores con galones y también para los que aspiran a lucirlos algún día. Es decir, es un día para todos los jugadores sin excepción.Y tenéis una prima doble. Al margen de la prometida por Llorente, tenéis la prima de un Mestalla entregado desde antes de empezar el partido. ¿Hay alguna prima más suculenta?