Síguenos en redes sociales:

16/02/2016

Aprender a base de golpes

El máximo accionista del Valencia estaba tan convencido de que Nuno era todopoderoso que le dejó prescindir de todo aquello que le pudiera hacer sombra

El máximo accionista del Valencia estaba tan convencido de que Nuno era todopoderoso que le dejó prescindir de todo aquello que le pudiera hacer sombra, director deportivo, secretario técnico y hasta el analista táctico. El portugués nunca habría puesto -ni le habrían puesto- un Pako Ayestarán para llevar la voz cantante en los entrenamientos, aunque si él no lo necesitaba, el Valencia sí. Tampoco cuando llegó Neville en diciembre se llegó a la conclusión de que hacía falta algo más en el cuerpo técnico, pero es de lógica que el inglés lo necesitaba todavía más aunque solo fuera por la cuestión del idioma y la magnitud del problema que había asumido. Entonces, la jugada no habría sido tan extraña ni levantaría tantos comentarios como ahora, con el agua al cuello y a tres meses de que esto se acabe. Aprender a base de golpes también se aprende, aunque tiene un riesgo añadido porque alguno de esos golpes puede llegar a ser mortal. Claro que ahora, de aquí a junio, nada es más importante que ganar partidos, salvar la temporada con honor y planificar la próxima si fuera posible con más acierto y menos sobresaltos que la anterior. Hay que ilusionar de nuevo a la gente y se lo van a tener que trabajar más, ahora que el aficionado ya sabe que lo suyo es animar y punto.

Más artículos de opinión de Julián Montoro, aquí.

Pulsa para ver más contenido para ti