Prácticamente a un mes de que el Valencia inicie la pretemporada esto empieza a animarse por fin, tanto en lo que respecta a salidas como en los posibles fichajes. Hay que hacerse a la idea de que el verano va a ser muy largo y a finales de agosto seguiremos como siempre, tratando de colocar todavía unos cuantos jugadores y en busca de lo que se suele llamar la ´guinda´, pero al contrario que el verano pasado en esta ocasión hay urgencias que no conviene dejar para el final. Pako Ayestaran no puede presentarse el 4 de julio en Paterna y empezar a trabajar con una plantilla que tenga demasiado que ver con la que hay ahora mismo, la que en palabras del director deportivo ha de sufrir cambios «numerosos y significativos». Es necesario para la salud del grupo y del propio entrenador. Y es necesario que salgan dos o tres futbolistas cuanto antes para cerrar fichajes.

Suso García Pitarch se ha referido desde su llegada en diferentes ocasiones a las similitudes con el verano previo al Doblete de 2004, por aquello de lo apretado del presupuesto en una campaña sin Champions, aunque lo que viene ahora poco tiene que ver en realidad con aquello. Entonces el equipo estaba hecho, al menos en su columna vertebral, había un equilibrio trabajado no en dos veranos, sino durante varios años. Hoy, el director deportivo sabe perfectamente que va a necesitar bastante más que dos lámparas y un sofá para redecorar este Valencia CF que viene de quedar el que hace doce en la clasificación. Además, no puede fallar. Otra temporada sin competir por estar arriba y sin Liga de Campeones puede ser fatal en el nuevo orden hacia el que va la Liga y también para el proyecto de Meriton, que requiere muchos más ingresos.

Más artículos de opinión de Julián Montoro, aquí.