Si yo fuera Enzo Pérez y Mateu Alemany

Mucho van a tener que acertar. La herencia que recibe quien sea que ha de planificar la temporada que viene lleva veneno por todos los lados. Apreturas económicas para hacer la plantilla, gran parte del dinero ya gastado con Zaza y Orellana, infinidad de futbolistas que se quieren marchar porque están hasta las narices de Layhoon y su tropa, obligación de vender jugadores para igualar los ingresos y los gastos porque Meriton es incapaz de generar dinero si no es vendiendo futbolistas... y empleados con cierto rango dispuestos a hacer la guerra por su cuenta. Es como para quedarse en casa si no te pasa como a García Pitarch, que te has criado en el Valencia y vuelves a él con toda la buena voluntad y la intención de ayudarlo, y pongo el ejemplo de Suso porque es el último en salir y porque supongo que si a mi me llamara el Valencia me pasaría lo que a él. Si de valencianista tienes lo que yo de fan de David Bisbal, no me extraña que te lo pienses porque a poco que el hombre haya pedido informes a sus conocidos en Valencia y en el mundo del fútbol en general, el amigo Alemany ha de tener forzosamente alguna duda. Es de verbena que a estas alturas de la temporada el Valencia todavía no sepa quién va a ser su director general, no sepa si va a seguir Voro de entrenador, y que en la secretaría técnica siga estando formada por dos personas, el secretario técnico y Salva Grau, que ya estaba en el club cuando llegó Meriton. ¡Y cuando nos descuidemos se termina el mes de marzo! Pero no pasa nada porque este verano fletarán otro barco de colegas en dirección a Singapur donde todo es como Meriton lo ha inventado, de color azul.