Ha sacado Sabina nuevo disco y el single no puede ser más prometedor. "Lo niego todo" es una oda al inconformismo, la renuncia a la resignación. "Si me cuentas mi vida, lo niego todo". Porque ando estos días yo resignado, preguntándome en este inicio de la primavera "quién me ha robado el mes de abril", futbolísticamente hablando. Ver en el España-Israel a Alba hacerle un caño al defensa para darle la pelota a Silva y que éste remache a la red con otro caño al portero me trae una nostalgia que me ahoga en el pecho. Yo era feliz, yo amaba el fútbol, yo ganaba títulos. Yo me extrapolaba en ese jugador que hacía caños y olía el laurel de la corona en su propia cabeza. Ahora soy el defensa al que le hacen el caño.

Cuatro estaciones

Debe de ser la astenia primaveral, no me hagan caso. Quizá esperaran ustedes una columna más positiva, más optimista, pero llevo un año escribiendo sobre ilusiones. Y me doy cuenta de que ni siquiera nos dan motivos para tenerlas. Y a mí la primavera me conecta con la esencia de lo que uno es, no con lo que quiere ser. Verano es el mes de reír y no pensar. Otoño es el mes de las ilusiones y del inicio de las temporadas, donde uno tiene que prepararse para el invierno. El invierno es la travesía en el desierto, la época de la pelea. Y la primavera es el tiempo de repartir éxitos y fracasos. Ahí es donde uno tiene que estar más frío mentalmente, para asumir lo que es y prepararse para lo que será la siguiente temporada.

Sub-21

Siempre hay motivos para la esperanza, claro. Gayà, nuestra perla del primer equipo, es capitán con la sub-21. Aunque, por otro lado, casi preferiría que pasara más desapercibido, a ver si los buitres vienen al son del canto de sirenas. Sivera, porterazo del Valencia Mestalla, está convocado con dicho grupo. No le viene bien al filial del Valencia CF, que se enfrentaba en el Puchades al Barcelona B en Segunda B. El portero ha sido titular indiscutible, así que es evidente que la convocatoria de la selección adultera el partido, en una liga tan reñida donde, por cierto, el Atlético Saguntino de David Gutiérrez se mantiene en mitad de tabla, con paso firme y rompiendo todas las expectativas, y con una final de Copa de RFEF en ciernes.

Suenan

El espíritu de supervivencia del fútbol hace que uno busque motivaciones fuera de la principal, que es la blanquinegra. Aunque esa parcela de ilusión tradicionalmente se llenaba con los fichajes, pero ni eso. Alexanko y Vicente están estudiando a Maksimovic en Marbella, donde está la sub-21 de Serbia. Al parecer, no juega en el Astana desde que se supo que vendría. También se investiga al joven sueco Wahlqvist, lateral multibanda que nos puede venir bien, si se confirma la marcha de algunos jugadores de la plantilla. Y suena también Natcho, jugador israelí del CSKA de Moscú, con nada menos que 29 años. Nada de esto consigue que cambie la musiquilla de fondo de Sabina que resuena en mi jukebox mental.

Toma-daca

Como el fútbol no florece en primavera, me puse a ver la otra noche el Argentina-Chile. Pensaba que, con lo que estaba en juego, el partido sería trepidante. Pero a mí me pareció un pestiño. Y eso que Pizzi se los conoce bien, pero ganaron los de siempre, con gol raquítico y menos fútbol que un concurso de patinaje artístico. Era dantesco el toma-daca de arreones sin sentido y pérdidas de balón. Viendo a Chile, uno podría pensar que a lo mejor no estamos tan mal. Que el fútbol de arte y ensayo sólo se puede producir en dos fábricas, y que los demás tenemos que asumir que esto es lo que hay. Pero en seguida veo nuestra posición en la tabla y vuelve el soniquete... "¿Cómo pudo sucederme a mí?".

Sin identidad

También es noticia que Domingo Catoira, secretario técnico en la época de Braulio Vázquez, vuelve al club. Se dice que él fichó a Jonas. No sé por qué se dice tanto esto, si Jonas no triunfó y desesperaba a la grada, aunque luego demostró ser mucho mejor jugador de lo que gran parte de la grada admitía. A mí siempre me gustó, pero me sentía solo en mi silla azul. Pero a lo que íbamos. Catoira vuelve. Otra de esas noticias que me producen la misma reacción que ver un documental sobre el astigmatismo de las libélulas. Por no hablar de lo de Mateu Alemany. Creo que Salvo estuvo sublime cuando apeló a la identidad valencianista, más allá de los méritos de un candidato a ocupar un puesto de responsabilidad en cualquier club. "Sin identidad" es el título de una ‘peli’ que nos va que ni pintado.

Memoria

En definitiva, me aburro desde hace años. El tiempo pasa sin piedad. Viendo con nostalgia el programa de Bertín y la quinta del Buitre, con los que nuestra generación nos criamos, también pensé en Kempes, Sempere, Fernando, Arroyo, Quique, Penev y tantos otros, y concluyo que mi icono de club, el equivalente al poster del Che Guevara, es Bossio ensangrentado con la venda en la cabeza. Luego, veo a Mendieta, Farinós, Piojo, y más cerca de Silva, Villa y Mata… y se me acaban las referencias. ¿Quién me ha robado el mes de abril? La propuesta de Sabina es negarlo todo, y renacer. Nada hay peor que asumir una historia sin posibilidad de cambiarla. En las manos de uno está cambiar su propia leyenda, siempre hacia delante. A ver cómo se lo traducimos a los que deciden.

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