Hace unos días sorprendía Nicolás Otamendi al dejar en una entrevista la puerta abierta a su posible regreso al Valencia CF en un futuro. Aunque, en realidad, tampoco es tanta la sorpresa. Otamendi se fue por el dinero que le puso el City, una auténtica barbaridad, el que no le dio Peter Lim para después gastárselo de manera lastimosa en fichar a Aderlán Santos por más de nueve millones de euros. Cosas de aquel Valencia en el que Nuno y el propio Lim se creyeron por encima del bien y del mal solo por el hecho de que en esa primera temporada las cosas les habían salido bien.

Otamendi, por lo que sabemos, tiene en mente volver a València para el futuro. Ya sea para jugar, aunque eso como veremos tiene sus dificultades, o al menos para tener casa y vivir aquí durante buena parte del año una vez se retire. De hecho, cuando su fichaje por el equipo que entonces dirigía Manuel Pellegrini estaba cerca de hacerse, al futbolista le preocupaba y mucho dejar aquí la imagen de haberse marchado de mala manera, siempre quiso dejar esa puerta abierta en el club y sobre todo entre los aficionados. Tampoco el Valencia se puso a malas, pese a perder a su futbolista más importante en vísperas de jugarse la Champions a cara o cruz con el Mónaco, no exigió íntegra su cláusula de rescisión de 50 millones y, para no estropearle el 'bisnes' -ni el suyo propio- el club lo acabó dejando salir por algo menos, unos 45.

Con el tiempo pudimos comprobar algo que ese traspaso fue un primer síntoma de debilidad de aquel proyecto que acabaría fracasando. ¿Qué hemos aprendido de todo eso? Seguramente que todo club ha de tener claro cual es el futbolista al que no tiene que vender bajo ningún concepto o ha de hacer todo lo posible por evitarlo. Lo más parecido que tiene el Valencia CF de hoy se podría decir que es Kondogbia, al que el Valencia rescató en su día del ostracismo en el Inter de manera similar a como lo había hecho caños atrás con el Otamendi que no jugaba en el Oporto.

Volviendo a lo del regreso del General, tampoco es cuestión de crear demasiadas expectativas porque los datos no cuadran demasiado. El argentino acaba de cumplir 30 años y tiene cuatro más de contrato con el City, aunque el fútbol da muchas vueltas no parece razonable que su vuelta se pudiera plantear antes de al menos un par de años. Como sea, para vestirse de nuevo esta camiseta o disfrutar de nuestro sol y playa, será bienvenido.

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