Partido extraño y un Valencia CF y con un equipo cuajado de defensas que dieron todas las facilidades del mundo a los atacantes del Arsenal. Y eso que a este mal Valencia CF se le puso la eliminatoria de cara adelantándose en el marcador con el gol de Diakhaby, pero eso no fue suficiente para jugar un partido correcto y para dar un paso adelante en la semifinal que le permita soñar con la final. Vale, sí, no está todo perdido y queda el partido de vuelta donde esperamos que Marcelino se deje de experimentos y haga jugar al Valencia como lo está haciendo en LaLiga española durante toda la temporada.

Plagado de defensas

El Valencia salió al partido con un planteamiento novedoso y francamente perjudicial para sus propios jugadores. Marcelino plagó de defensas el once inicial y con todo y con eso, los goles del Arsenal llegaron dentro del área del Valencia con tres remates de dos atacantes rivales que no tuvieron la más mínima oposición para hacer esos tres goles que dejan muy a las claras que el invento de Marcelino funcionó de pena y solo le salva de la quema el pensar que con un dos a cero en Mestalla te plantas en la final. Anoche sí vimos a un equipo que luchó por ganar el duelo y por contra también vimos a otro equipo desorientado y mal trabajado que lo único que ofertó ante la endeble retaguardia del Arsenal fue algún tímido peligro a balón parado.

El tercer gol

Y el tercer tanto de la escuadra británica llegó para más desgracia en los últimos instantes del partido y de nuevo fue un remate de un jugador en solitario sin que ninguno de los miles de defensas del Valencia ni del portero fueran capaces de taponarle o defenderle con el rigor habitual. Y el resumen es claro y contundente. Desconocemos que invento intentó poner en práctica Marcelino pero francamente el fracaso del técnico fue tremendo y poco o nada justificable. El Valencia estaba mal plantado de entrada y acabó perdiendo con toda la justicia del mundo como una especie de premio al juego absurdo que planteó el técnico visitante. Y sí, eso fue una lástima y francamente el desastre se veía venir casi desde el primer minuto del partido.

Coquelin y Kondo

CoquelinY la realidad nos indica que las dos bajas en el esquema del centro del campo del Valencia maniataron un disparate a un equipo que ofertó una pobre imagen en Londres. Coquelin y Kondogbia no estaban presentes en el duelo y eso provocó que Marcelino quisiera inventar un equipo y un esquema diferente en uno de los partidos más importantes del año para el Valencia. La derrota fue dura pero justa y en el caso de ayer sí debemos decir que el Arsenal de Unai Emery hizo un fútbol mucho más completo que el del Valencia de un desacertado Marcelino. El Valencia se está haciendo fuerte por tener una defensa sólida y equilibrada. Y faltaron ambas cosas. Ahora queda Mestalla para vivir un milagro. Y para ese duelo que definirá la eliminatoria es fundamental que Marcelino no vuelva a perder la cabeza como sí sucedió en Londres.