Un diez como una casa. Dani Parejo tomó una decisión que le honra y dio una lección en toda regla a las autoridades y si me apuran también a su propio presidente, que no se ha manifestado públicamente en un asunto tan delicado y que perjudica claramente al equipo como esta decisión de que el partido ante la Atalanta, en el que hay tanto en juego, se dispute sin aficionados. Miren, que el coronavirus deberíamos controlarlo entre todos y tenerle un respeto indudable es algo que todos tenemos que sentir como una obligación, a la vista está la alarmante velocidad a la que la epidemia se extiende ya no solo en Italia sino también en España. Ahora bien, una cosa es la obligación y otra muy distinta ser el bobo de una sociedad que se desvive con las mascletàs, que vive el día de la mujer con aplausos y que se da cita en los toros de forma multitudinaria y masiva. Y eso no es. Que el fútbol es un escenario llamativo resulta bastante obvio. Ahora bien, que el fútbol sea tomado como el tonto de esta película es algo que resulta del todo vergonzoso. Parejo me ha desarmado con su texto y es el único tipo con cierto mando en plaza que ha tenido un poquito de cabeza y ha dicho con claridad el disparate que supone cerrar Mestalla ante una cita tan importante como la de este martes, cuestiona la decisión de nuestras autoridades y pide ayuda a todos los valencianistas para que de alguna forma les hagan sentir todo el apoyo al equipo en un duelo tan importante en la Champions. Se busca un milagro, al fin y al cabo es eso, un milagro, si remontar un 4-1 en Mestalla iba a ser muy complicado y obligaba a una auténtica gesta, en un escenario totalmente vacío parece poco menos que imposible.

Las consecuencias

Y oigan, yo después de leer las declaraciones o el escrito del capitán Dani Parejo, he tomado la decisión de acudir a Mestalla para recibir al equipo. Sí, aunque en estas circunstancias no creo excesivamente en esa teórica remontada, les voy a recibir con un aplauso enorme y un cariño más potente de lo normal, simplemente por ser los representantes de lo digno y de una verdad que da la impresión que molesta. Con una garantía más que suficiente de que no iba a haber aficionados italianos en las gradas, la decisión de celebrar este partido a puerta cerrada y otros no deja de tener sentido y coherencia. Creo que, después de las medidas que se tomaron en Italia, esto podría haberse revisado, nuestras autoridades ahí no han hilado fino ni han medido realmente las consecuencias. Es una decisión que perjudica gravemente al Valencia CF y a sus aficionados, que en lugar de esto deberían haber sentido el apoyo y la comprensión por parte de todos. Las palabras de Parejo lo dejan bien claro, en ese escrito hay una denuncia muy directa hacia este mal trato con el que están siendo atendidos en este caso tan delicado. Y lo dicho, yo iré a Mestalla a recibirlos.

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